Portada
Presentación
Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega
Bitácora bifronte
Ricardo Venegas
Monólogos compartidos
Francisco Torres Córdova
Un poeta nómada
Hugo Plascencia entrevista
con Michel Butor
De Papeles mexicanos
Michel Butor
Escritores por Ciudad Juárez
Dialogar con Ivan Illich
Ramón Vera Herrera
Actualidad de El Gatopardo
Marco Antonio Campos
La fascinación por correr
Norma Ávila Jiménez
Leer
Columnas:
Galería
María Bárcenas
Las Rayas de la Cebra
Verónica Murguía
Bemol Sostenido
Alonso Arreola
Cinexcusas
Luis Tovar
Perfiles
Alejandro Michelena
Mentiras Transparentes
Felipe Garrido
Al Vuelo
Rogelio Guedea
La Otra Escena
Miguel Ángel Quemain
Cabezalcubo
Jorge Moch
Directorio
Núm. anteriores
[email protected]
|
|
Felipe Garrido
Monedas
Yo lo vi todo, pero no pude hacer nada. Mi hermano estaba sacando unas monedas del cajón de la cocina. Volvió a contarlas y las guardó en el bolsillo derecho del pantalón. Cerró el cajón con cuidado, despacito, para no hacer ruido. Luego dio media vuelta y se quedó petrificado. Recargada en el vano de la puerta, con los brazos cruzados sobre el pecho, mamá había observado el saqueo. Es para comprar un cuaderno, mintió. Te lo iba a pedir, volvió a mentir. Mamá lo miraba callada. El dinero no sobraba en casa. Los tres lo sabíamos. Yo estaba asustado porque a veces también yo iba al cajón y sacaba unas monedas. Para una paleta, para una rebanada de jícama, para unas papas con chile y limón. Mi madre no abría la boca. Gabriel metió la mano al bolsillo, para devolver la lana, pero mamá lo detuvo con un gesto. ¿Y para qué creen ustedes que yo dejo allí esas monedas?, nos dijo sin alzar la voz y se fue por el corredor para que no la viéramos llorar. |