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Directora General: CARMEN LIRA SAADE Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER Domingo 2 de enero de 2011 Num: 826 |
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Bazar de asombros El profeta insumiso: William Blake (1757-1827) Tras las huellas de Lowry en Oaxaca Elías Nandino y Estaciones Elías Nandino, entre poesía y bisturí El poeta frente al espejo Leda Arias: búsqueda, compromiso y permanencia Columnas: |
Leda Arias: búsqueda,
Ingrid Suckaer Evocar los inicios artísticos de Leda Arias de la Canal (Ciudad de México, 1940-Nueva York, 1986) es remontarse a su adolescencia, cuando comenzó a dibujar a lápiz graciosos paisajes urbanos en miniatura en los que predomina la presencia humana. Con estudios de dibujo en la Universidad Iberoamericana, Leda también estudió pintura, dibujo y diseño en la Chelsea School of Art de Londres. Más adelante se interesó en la pintura y, aunque pronto alcanzó un estilo propio, tras un ejercicio de autocrítica decidió no volver a pintar. EL VOLUNTARIADO Y LA DEFENSA DEL PATRIMONIO Cuando era una joven de poco más de veinte años, por su entrega y compromiso con los más necesitados de Ciudad de México, Leda asumió la dirección del Cuerpo de Voluntarias del Hospital de la Mujer. Durante ese tiempo destacó por su fuerza moral y calidez en el trato humano. En los años setenta, Arias de la Canal trabajó con arrojo en labores de defensa del patrimonio arquitectónico y natural de San Miguel de Allende (Guanajuato, México), ciudad de origen de su familia y donde vivió varios años. Junto con otros defensores locales, sus acciones libraron de la destrucción a edificios y empedrados de gran valor histórico, además del emblemático y frondoso Parque Juárez, bajo amenaza de ser desarticulado por una vía rápida. Todo este arduo y prolongado esfuerzo ciudadano se tradujo en las bases jurídicas de la defensa futura de los monumentos y de la fisonomía sanmiguelenses. Y tras múltiples gestiones, en 1982 fue promulgado el decreto federal que declara a San Miguel de Allende zona de monumentos históricos. JOYERÍA Y EXPOSICIONES Aún era estudiante de diseño cuando, poco después de haber incursionado en la joyería, Leda Arias se percató que había encontrado el medio idóneo para expresarse. Estilísticamente sus obras pronto estuvieron marcadas por el movimiento. En los temas principales que abordó –escorpiones, piezas surrealistas y otras figuras– el movimiento es evidente, ya sea de manera explosiva o en tensión reprimida, lo que sirve para revelar la metamorfosis de las formas. Durante los años que Leda trabajó la joyería, cultivó con pasión el tema de la banda de Moebius; profundizó y perfeccionó la famosa superficie caracterizada por tener una sola cara y un solo borde o componente de contorno. Además, con destreza y efectividad, Arias de la Canal hizo uso de esta cinta para dar a sus obras un rasgo particular: sus anillos y pulseras modifican, de manera progresiva, la visión inicial del tema; este trabajo de transformación en movimiento expone la gestación de varios ciclos que permean toda su obra en joyería y en escultura. Como diseñadora de joyas, muy pronto Leda obtuvo reconocimiento: en 1972 una galería de Marbella, España, mostró por vez primera su obra. Luego expuso en la galería Torques, de Madrid, y en la Art Wear Gallery, de Nueva York. En aquella ciudad colaboró con el diseñador Aldo Cipullo y realizó series en oro para la prestigiada Aaron Faber Gallery. En México hizo diseños en plata para Aries. A raíz de que en cierta ocasión alguien le comentara que sus joyas semejaban pequeñas esculturas y que debía probar llevarlas a gran formato, Leda Arias de la Canal se inició en la escultura. Debido a su tesón por crear diseños originales en joyería que tuvieran un complemento mexicano, durante un tiempo combinó con éxito oro o plata con incrustaciones de madera de huanacaxtle. LA ESCULTURA Las esculturas de Leda afirman con sensibilidad la forma sobre el contenido. Por ello, sus piezas destacan la pureza de las formas; la matización y delicadeza de la superficie acaba por cerrar y significar la expresión formal. El factor táctil es tan determinante y sensual que ver es casi palpar. La obra escultórica de Arias de la Canal se caracteriza por deshacerse de lo accesorio para hallar el equilibrio entre la idea, la materia y la forma; pureza clásica que busca el ideal eterno. Tal postura la vincula con los conceptos creados por el escultor Constantin Brancusi. Con el fin de despojar su obra de cualquier elemento ajeno a la mera forma que buscaba transmitir, y con el propósito de alejar todo detalle decorativo de sus esculturas, Leda omitía ponerles nombre; sólo numeraba las piezas para darles un cierto orden. Basada en el conocimiento del mármol de la región italiana de Pietrasanta, creó en España un conjunto de esculturas que remiten nuevamente a diversas facetas de movimiento de la banda de Moebius. En su obra Leda Arias de la Canal también desarrolló una iconografía de formas orgánicas que se conoce como escultura biomórfica; lo orgánico es el principio formativo de la realidad. Con la técnica de la cera perdida ejecutó tales piezas en bronce al alto pulido. Alguna vez en México, Arias de la Canal recibió el encargo de realizar dos proyectos para obra pública. Hizo las maquetas de las esculturas que, de haberse concretado, habrían sido no sólo estéticamente bellas, sino además novedosas por su ingeniería. Los vaivenes de la administración pública no permitieron que los planes se llevaran a cabo. Existen un par de videos donde se ve a Leda elaborando su joyería y sus esculturas. Verla trabajar recuerda que la escultura es la más concreta de las artes, la más objetual y también la más corporal; escuchar las reflexiones de la artista permite apreciar la hondura de su ser. Lamentablemente, no pudo seguir adelante con su proyecto artístico, pues falleció en Nueva York el 19 de febrero de 1986. La vida y el arte de Leda Arias de la Canal devienen en búsqueda, compromiso, permanencia. Como homenaje por los veinticinco años del fallecimiento de la artista, el Centro Cultural Ignacio Ramírez El Nigromante, presentará del 19 de febrero al 22 de mayo de 2011 la exposición Leda Arias de la Canal. La pureza de las formas: escultura sin tiempo. El retrato de la artista (de Ricardo Vidargas) fue tomado en Nueva York en 1985. |
