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Teatro nacional y universitario para 2012
Lo que hace algunos años se llamaban “temporadas”, solían durar por lo menos cincuenta funciones; hoy se puede asistir a montajes bajo la consiga indiscutible de una única función, bajo la promesa en octubre de 2011 de que la podrás ver nuevamente en una “larga temporada” de cuatro funciones unos tres días antes de que empiece la Semana Santa de 2012.
La Compañía Nacional de Teatro, que se mueve en esta esfera, con un repertorio nacional y extranjero y una casi cincuentena de actores, juega en esa dinámica de “véala hoy o espere la siguiente vuelta”. Eso pasa con varias obras de la CNT que circularán en instalaciones del INBA y la UNAM. Lo que vendrá es lo que se fue y que pasó 2011 sin alcanzar la recomendación de boca en boca que, en el caso del teatro, es garantía de que el público irá animado, convencido de ver algo que le interesa, y los foros no se llenarán con familiares y amigos de actores.
Noches islámicas, de Héctor Mendoza, con dirección José Caballero, es un pastiche fascinante donde Mendoza recurre a las posibilidades técnicas y retóricas del Siglo de Oro español para colocar la acción en el Bagdad del 787 DC, en el que juega con todos los recursos de la comedia en un carnavalesco montaje que estará en una larga temporada de dos semanas que concluye el 29 de enero como parte de esos homenajes necrófilos a los que es tan afecta nuestra cultura.
Relativamente larga temporada tendrá Civilización, de Luis Enrique Gutiérrez Ortiz Monasterio/Legom, bajo la dirección de Alberto Lomnitz. Cobra un poderoso sentido la anécdota, cuyo parecido con alguna situación real en cualquier ciudad capital del país está totalmente fuera de la casualidad: “un empresario quiere edificar una torre de cristal y requiere el apoyo del alcalde no sólo para ‘arreglar’ permisos de construcción sino para usar dinero público.” Concluye el 26 de febrero y hasta entonces tendrá posibilidad de inclinar el voto del teatroespectador.
En este inicio de año tendremos oportunidad de valorar en conjunto el resultado del XIX Festival Nacional e Internacional de Teatro Universitario, del 26 de enero al 4 de marzo, pues se presentarán las obras ganadoras en el certamen. Por una cuestión de espacio y practicidad, no voy a referir aquí días y horario, que pueden ser consultados en la página web de la dirección de teatro de la UNAM (www.teatro.unam.mx).
Lo que vale la pena es hacer un breve recuento de lo que se podrá ver en distintos escenarios. Hay que decir que la idea de presentar los montajes en teatros tan lejanos entre sí es un punto muy desafortunado, que no le permitirá tener al espectador aficionado una visión de conjunto de la participación en un festival que este año cumplirá dos décadas de fundado. Da la impresión de que se buscó cumplir con el compromiso y cada montaje tendrá que arreglárselas con la pobre difusión de conjunto y la pobrísima que se hace en cada foro.
El atentado, de Jorge Ibargüengoitia, adaptación y dirección de Fernando Morales, con el Teatro Universitario de Acatlán, pura cepa universitaria reinterpretando farsa documental que nos sitúa en el México postrevolucionario de finales de los años veinte, sobre el asesinato de Obregón. Reseñada en este espacio, se presentará Curva peligrosa, de Edeberto Galindo Noriega, pero ahora bajo la dirección de Terezina Vital, en el Centro Estatal de las Artes Mexicali.
En el conjunto de las indagaciones recientes sobre la violencia que invade nuestra vida cotidiana se presenta Caín, de Francisco Javier Márquez, con la dirección de Sixto Felipe Castro Santillán, en el Colegio de Literatura Dramática y Teatro, FFYL-UNAM, con el grupo Sabrá Dios. El fratricidio es el tema central como metáfora de las ligaduras cada día más corroídas entre nosotros. Laura Uribe es autora y directora de Fragmentos de un discurso express, basada en la película Chungking Express, de Wong Kar Wai. Vienen de la Escuela Nacional de Actuación y son el grupo Teatro en Código. Es un juego de parejas, una historia de amor, la incertidumbre cargada de metáforas sobre la espera y la caducidad.
De creación colectiva y bajo la dirección de Edson Martínez, se presenta Palomita pop con el grupo del mismo nombre, alumnos del Centro de Educación Artística de televisa (CEA), un montaje sobre la amistad al modo de un diálogo en la plaza donde el deseo, el recuerdo y la experiencia se dan cita para discutir sobre la inmediatez y fugacidad de la vida.
Vale la pena tomar el pulso del nuevo teatro y asomarse a estas experiencias.
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