Directora General: Carmen Lira Saade
Director Fundador: Carlos Payán Velver
Suplemento Cultural de La Jornada
Domingo 11 de octubre de 2015 Num: 1075

Portada

Presentación

Hugo
Ricardo Yáñez

Sueño y realidad
Aleyda Aguirre Rodríguez

Berlín a fuego lento
Esther Andradi

Borodinó, Zagorsk
y María Mercedes
Carranza

Jorge Bustamante García

La suerte de los libros
Leandro Arellano

Guillermo Jiménez, un
narrador de provincia

Hiram Ruvalcaba

Juan Manuel Roca: la
extrañeza y la lucidez

José Ángel Leyva

Grecia, una
crisis anunciada

Mariana Domínguez Batis

Théodore Géricault y
la otra mitad del otro

Andrea Tirado

Leer

ARTE y PENSAMIENTO:
Bitácora bifronte
Jair Cortés
La lucha
Thanasis Kostavaras
Mentiras Transparentes
Felipe Garrido
Al Vuelo
Rogelio Guedea
La Otra Escena
Miguel Ángel Quemain
Bemol Sostenido
Alonso Arreola
Las Rayas de la Cebra
Verónica Murguía
Cabezalcubo
Jorge Moch
La Casa Sosegada
Javier Sicilia
Cinexcusas
Luis Tovar


Directorio
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La Jornada Semanal

 

Alonso Arreola
Twitter: @LabAlonso

Música morelense al Cervantino

Muchas veces nos vemos favorecidos con el eco de lectores que se toman el tiempo de escribirnos a propósito de tal o cual juicio, de tal o cual disco o concierto, de tal o cual músico o banda. Pocas reverberaciones, empero, son tan articuladas como una que nos llegó hace poco a cargo de Marcelo Rangel, baterista de Cuernavaca y fundador de Never After Before, banda abocada a un electropop energético que juega con el metal. Su mensaje no sólo era lúcido sino sensible e informado: “Desde hace algunos años se ha ido gestando en Morelos (particularmente en Cuernavaca) un movimiento muy interesante en el ámbito de la cultura, en especial en la música. Pareciera que a la par de la nota roja y tantos, pero tantos sucesos tan lamentables, se gestó por disgusto, por necesidad o por mera sublimación, un movimiento musical digno de atender.”

El hecho de que vinculara la escena sonora de aquella tierra con su realidad social nos emocionó, pues tristemente muchos músicos de nuestros días no están reflejando su entorno en el oficio que practican, lo que durante años fue natural para espíritus rebeldes que buscaban cambiar el statu quo. Además de ello, Marcelo nos dio algunas ligas de internet con artículos y entrevistas, lo que sustentaba su confiada tesis: “Dicho esfuerzo conjunto ha hecho que en Morelos se viva lo que en muchos años no se ha dado –explica–. Entre estaciones de radio, periodistas, escuelas de arte y televisoras locales, se ha comenzado a hablar de una Escena Musical.”

De los proyectos que nos llamaron la atención –además de Never After Before– y que, por cierto, han sido invitados a la actual edición del Festival Cervantino, se hallan Los Pápalos, el dúo formado por el guitarrista Diego Icaza y el baterista Lolo. Ellos gustan de las distorsiones pero se inclinan hacia formas atmosféricas en las que el iPad juega como tercer integrante. Intuitivos y mastuerzos, lo suyo es preeminentemente lúdico. Igualmente recomendamos a la interesante Monodram, liderada por Nazario Meshoulam, banda inclinada a un rock pop de tintes progresivos con un primer disco homónimo en tiendas. Otros notables son los de Capital Sur, más serenos y reflexivos, con buenas letras y melodías llamativas que bordean la nostalgia. O Electrafic, con reminiscencias de Fobia. O Las Galletas de Mr. Esqueleto con su sabroso jazz cabaretero. O Chronos con su jazz rock fusión. O Magatama con su apuesta por el folk global. En fin.


Never After Before

Como verá nuestra lectora, nuestro lector, realmente son muchas y variopintas las agrupaciones morelenses que alimentarán al Cervantino este 2015. Búsquelas para tomarle el pulso a esa tierra. A las mencionadas se sumarán la Sociedad Acústica, Rinno, Fake Fémina, 300 Rubias Suicidas, Malmalario, Señor Atómico, Valsian, La Perra, Meteora, Seres Lunáticos, Kamikaze Beat Band, Neoplen, La Bolonchona, Paula Rechtman y otras más. Todas ellas, según lo que pudimos comprobar buscando videos en vivo, subsisten en foros de muy distinta especie. Lo mismo bares que restaurantes o tinglados de fiestas. Ello vuelve a respaldar los dichos en el correo de Marcelo: “La música que se caracteriza por su rebeldía encontró un camino en varios lugares locales para hacer tocadas de esas de tipo underground.”

Lo que más sorprende en su mensaje, empero, es que lejos de quejarse de los obstáculos en tiempos tan complicados como éstos, incluso reconoce el esfuerzo de las autoridades. Dice que el gobierno en turno, “en su búsqueda por reivindicar al estado de Morelos, llegó a maneras más formales para que esta música disidente y transgresora formara parte del próximo Festival Internacional Cervantino”. Nos consta que la Secretaría de Cultura de Morelos está en buenas manos y que, efectivamente, este año ese estado es el invitado al gran festival, pero habrá que ver lo que pasa después y qué otras acciones llevan a cabo las autoridades para lograr un largo aliento.

Finalmente, Marcelo ofrece un dato más. En Cuernavaca y alrededores hay bandas de todo tipo: “ska, surf, world music, jazz, post rock y alternativo, y la mayoría tienen discos y videos […]; no hablo de meros demos –dice–, sino de producciones profesionales hechas por gente conocida que está en el medio de la música nacional o internacional, entre ellos: Gordon Raphael, Diego Herrera, Rogelio Gómez (recientemente fallecido)”. Y sí. Desde hace años hay productores visitando esas latitudes, viviendo en Tepoztlán y apostando por un clima que, cerca del df, ofrezca un discurso nuevo. Les deseamos toda la suerte y seguiremos atentos a su movimiento. Buen domingo. Buena semana. Buenos sonidos.