Directora General: Carmen Lira Saade
Director Fundador: Carlos Payán Velver
Domingo 4 de noviembre de 2012 Num: 922

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

Música, maestra
Alessandra Galimberti

Matemáticas y poesía
Fabrizio Lorusso

Rosario para letraheridos
Ricardo Bada

La poesía nayarita después de Nervo
Ricardo Yáñez entrevista
con Miguel González Lomelí

Blas Pascal, el
pensador sensible

María Bárcena

Retrato de
Enrique Fierro

José María Espinasa

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Columnas:
Jornada de Poesía
Juan Domingo Argüelles
Paso a Retirarme
Ana García Bergua
Bemol Sostenido
Alonso Arreola
Cinexcusas
Luis Tovar
La Jornada Virtual
Naief Yehya
A Lápiz
Enrique López Aguilar
Artes Visuales
Germaine Gómez Haro
Cabezalcubo
Jorge Moch


Directorio
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Hugo Gutiérrez Vega

Un discurso para la Escuela de Periodismo
Carlos Septién García (II DE III)

Este programa hace que el aislamiento del hombre moderno, paradójicamente rodeado de noticias de todo lo que pasa en el mundo, sea cada día más grande. En la selva actual, la actividad humana está regida por las leyes de la competencia y los medios se encargan de fomentar el espíritu competitivo que nos aisla de los demás, deshumanizándonos, convirtiéndonos en bestias de una voracidad inagotable.

Para asegurar el carácter masivo de la prensa era indispensable aumentar la producción y abatir los costos de impresión, para poder vender los productos a un precio más barato. Por ejemplo, los periódicos ingleses de principios del siglo XIX eran tan caros, que las clases populares no podían adquirirlos. Esta circunstancia los obligó a buscar las formas para compensar las graves pérdidas derivadas de los impuestos y trabas fiscales fijadas por el gobierno, que había encontrado en ellos un magnífico sucedáneo de la censura suprimida años antes. Los avisos comerciales publicados anteriormente en páginas especiales se fueron apoderando de todas las secciones del periódico. Los comerciantes vieron con beneplácito la nueva política de los empresarios; sólo a algunos graves caballeros les desagradó el hecho de que sus hojas de noticias y comentarios se llenaran de la gritería estridente de los mercaderes. Este momento marca la iniciación de las relaciones de la prensa con los intereses de la sociedad burguesa. Desde entonces, los periódicos son indispensables para el desarrollo de la economía de consumo y las grandes empresas ejercen toda clase de presiones sobre la prensa. De este peculiar juego dialéctico derivan todas las formas de la dependencia que ha desnaturalizado a la prensa moderna y contemporánea.

En los primeros años de la prensa masiva, los anuncios comerciales fueron considerados como un medio para ganar la independencia económica. Los altos impuestos eran el instrumento del que se valían los poderes políticos para ejercer una estricta censura sobre los órganos periodísticos. Con la publicidad comercial, la prensa encontró una manera de liberarse de las trabas impuestas por los gobiernos; sin embargo, esta medida no significó, de ninguna manera, el aseguramiento de su independencia. Todo lo contrario, en lo sucesivo la sociedad mercantil se impuso sobre la información; la obligó a adoptar la estructura propia de las empresas comerciales y la sujetó a un sinnúmero de presiones y de controles. En su libro La prensa y la opinión pública, N. Palgunov asegura que “con la publicación de anuncios pagados a buen precio, los capitalistas adquieren simultáneamente el derecho de influir sobre el periódico, controlarlo e imponerle su voluntad”. La sociedad burguesa, que impone sus leyes a las relaciones y actividades humanas, imprimió su marca de fuego a la información. También las tareas intelectuales son cosificadas por el sistema capitalista.

Con el paso del tiempo, las grandes empresas no se contentaron con presionar a la prensa para obligarla a mantener una dirección favorable al sistema capitalista; fueron más allá y decidieron adquirir sus propios periódicos. De esta manera se organizaron los grandes imperios periodísticos y los monopolios informativos servidores de la burguesía y de sus gobiernos.

(Continuará)

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