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Alfredo R. Placencia,
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Feria Internacional de la Música de Guadalajara
Nos han invitado a la primera FIM (Feria Internacional de la Música) de Guadalajara. Así es. Una vez más son los tapatíos quienes toman la responsabilidad y señalan nuevos rumbos. Organizada por la Universidad de Guadalajara a través de la Coordinación de Producción y Difusión Musical de Cultura UDG, en colaboración con la Feria Internacional del Libro, Teatro Diana y la Universidad Libre, a ella iremos para sonar y tomarle el pulso, durante cuatro días (16 a 19 de junio), a una industria que lleva tiempo cambiando, quejándose, ensayando nuevas fórmulas para sobrevivir y, más aún, intentando demostrar que el negocio de las grabaciones (ya no de los discos), de los conciertos, de los patrocinios, de los festivales, de los clubes, de las redes sociales y de la distribución virtual, constituyen el futuro de su golpeada maquinaria.
Feria y mercado, la fim se dirige a quienes dan sustento a una estructura que debe generar relaciones, contrataciones, promociones y presentaciones entre muy diversos actores, pero que a veces no logra unir metas ni un sentido colectivo. Tal es el reto, el hueco que su presencia puede llenar y que, bien llevada, echaría raíces a largo plazo como ha pasado en otras partes del mundo.
En Francia está el viejo y gigantesco MIDEM (Mercado Internacional de Música); en Nueva York, la APAP (Association of Performing Arts Presenters); en Austin, la SXSW (South by Southwest); en Holanda, el Eurosonic, los canadienses tienen la Canadian Music Week –y podríamos enlistar varios más–, mientras que para el territorio hispano están –o estuvieron– la inconsistente LAMC (Latin Alternative Music Conference), también de la Gran Manzana, más otras ferias en Ciudad de México (Puerta de las Américas), San José (Costa Rica), Buenos Aires (Argentina), Cali (Colombia), etcétera, mismas que podrían verse superadas por el poder y experiencia que impulsan a la de Guadalajara. Ya lo veremos. Lo cierto es que, idealmente, no se trata de una competencia sino de sumar esfuerzos.
Juan Perro |
Con actividades exclusivas a gente de la industria y muchas otras abiertas al público en general o a músicos en ciernes, en su sitio de internet (www.fimguadalajara.mx) se anuncian “conciertos y showcases de artistas nacionales e internacionales, un mercado de exposición, intercambio y venta; conferencias y debates relacionados con las nuevas problemáticas y oportunidades en el mundo de la música, encuentros con sus protagonistas, un taller de producción discográfica y una muestra fílmica especializada”.
Entre los muchos grupos que sonarán se hallan: El Personal, Juan Perro + Sindicato Futura (Joselo Rangel e invitados), Astrid Hadad, Silverio, Paté de Fuá, San Pascualito Rey, Zoé, La Castañeda, La High, Torreblanca, La Gusana Ciega, Forseps, Jaramar Soto, Los Daniels y Liber Terán. Los foros que los albergarán serán: Auditorio Telmex, Teatro Diana, Club Cobra, Old Jacks Studio, Boston’s Whiskey Bar, La Mutualista, Bajo Fondo, Barramericano, Bar Américas y Bolko.
Entre los especialistas encontramos gente de Sudamérica, así como altos ejecutivos de la Sociedad de Autores y Compositores de México y la Sociedad General de Autores y Editores de México. Ellos, más numerosos representantes de disqueras, instituciones culturales, festivales, maquiladoras, revistas y principales foros de nuestro país, darán conferencias y participarán en intensos encuentros al interior del Hotel Hilton.
Por otro lado, llama la atención que –al menos en lo anunciado hasta finales de abril– no se vea la presencia de ningún representante de ocesa, hegemónica productora de conciertos en México y Latinoamérica, parte de una gran red asociada al entretenimiento, el booking y el management. No vale la pena suponer nada al respecto. Ojalá que en un futuro haya coincidencias; sería interesante. Ojalá, también, que el consejo consultivo de la fim mantenga en siguientes ediciones el espíritu plural con el que inicia, y que nunca sea tentado por los deseos de muchos otros que, guiando iniciativas valiosas, terminaron cediendo a las presiones de mercachifles y no a la calidad de la sustancia escénica.
Creemos, hay que decirlo, que eso no sucederá. Los nombres que lideran el proyecto de la FIM llevan años relacionándose con la música de manera dedicada. Saben que hay que hacer negocio con ella, que se debe reflexionar en torno a su mercado, pero también entienden que la credibilidad se logra con calidad y congruencia. Sea pues. Por allá nos vemos, lector, para poner un grano de arena.
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