Portada
Presentación
Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA
La dignidad se llama José Saramago
RODOLFO ALONSO
Tres poemas
MARKOS MESKOS
José Saramago, un lusitano indomable
GUILLERMO SAMPERIO
Saramago: el gran lagarto verde y las tentaciones de San Antonio
ANTONIO VALLE
José Saramago: un desasosegador incansable
LUIS HERNÁNDEZ NAVARRO
Responso triste por una amistad remota
JORGE MOCH
In memoriam
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Columnas:
La Casa Sosegada
JAVIER SICILIA
Las Rayas de la Cebra
VERÓNICA MURGUíA
Bemol Sostenido
ALONSO ARREOLA
Cinexcusas
LUIS TOVAR
Corporal
MANUEL STEPHENS
Mentiras Transparentes
FELIPE GARRIDO
Al Vuelo
ROGELIO GUEDEA
El Mono de Alambre
NOÉ MORALES MUÑOZ
Cabezalcubo
JORGE MOCH
Directorio
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Catequismo ilegítimo (III Y ÚLTIMA)
María Visión –canal de propaganda católica– yace en un cómodo limbo acolchonado: nadie sabe, nadie supo, nadie se mete en el berenjenal de someter sus contenidos a escrutinio o imperio de ley. No hubo quién contestara las preguntas de este escribidor al acudir a las instancias que al menos en la teoría habrían de hacerse cargo de evaluar, regular, negar o permitir la transmisión de una señal televisiva cuyo contenido está claramente objetado desde la Constitución misma. Así, este columnista enfrentó primero las ausencias, las vueltas en redondo y las negativas de información en la Dirección General de Asociaciones Religiosas de la Secretaría de Gobernación (donde se concitaron burocráticas irritaciones ya comentadas en la entrega anterior de esta serie), y puesto a ver en el intríngulis de las telecomunicaciones quién habría de ser responsable del asunto, busqué en el vasto directorio de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), organismo dependiente de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes que ahora mal dirige un variopinto, polisémico y camaleónico ex locutor de derechas, el gordo Molinar Horcasitas que hasta hace poco mal dirigía el Instituto Mexicano del Seguro Social porque es amigote del presidentito... Pues en la Cofetel, decía, todo fue laberintos telefónicos, extensiones que eran callejones sin salida, ausencia de funcionarios como Manfredo Martínez Lara, de la unidad de supervisión y verificación, quien sería en teoría el encargado de verificar que los contenidos de María Visión cumplieran con lo estipulado en la norma, pero nunca fue posible encontrarlo, o como Luis Humberto López Torrescota, encargado de cumplimiento de obligaciones de concesiones y permisos quien, según una de las 17 mil secretarias a las que fui preguntando por alguno de tan hidalgos e inalcanzables señores, andaba (y debe seguir) de viaje…
En el impasse desinformativo que se creó entre llamadas y correos electrónicos sin respuesta se le ocurrió a este jacobino aporreateclas la estupenda idea de pedir información sobre cómo opera María Visión… a María Visión, y luego de pasar por el previsible recepcionista que parece no saber siquiera qué hace allí desparramado –imagino– en un mostrador de oficina, logré encontrar a la responsable de relaciones públicas del canal, Helia Luz Flores Franco, quien tomó la llamada cuando tramposamente (y no) dije ser un reportero de este diario, pero cuando escuchó quién le llamaba y para qué, apenas atinó a balbucear incoherencias, risitas nerviosas y promesas “le prometitito que yo le llamo” que no pensaba cumplir. Lo único que sí me dijo es que el presidente del canal, Burillo Azcárraga, era “un poquito difícil de encontrar porque vive en España”. Vaya fiasco. Entonces recibí la única llamada de contestación de un funcionario de la decena que anduve correteando, Leonardo Rojas, el encargado de comunicación social del feudo del gordo Molinar, para pedirme por escrito lo que pregunté una y otra vez por teléfono. Era el día 4 de junio. Como era de esperar, no recibí posterior respuesta, ni acuse, ni comentario. Curiosamente, mis posteriores llamadas a los teléfonos de los funcionarios ya no fueron atendidas, y uno, que poco necesita para ponerse paranoico, ya anda imaginando que le boletinaron el número en todos los identificadores telefónicos de la institución. Básicamente se quedaron sin respuesta preguntas como: ¿cuál fue la calificación u opinión que debió proporcionar la Secretaría de Gobernación para que SCT otorgara y mantenga vigente una concesión a María Visión, y qué funcionarios la suscribieron y en qué fecha?, o dados los contenidos de carácter eminentemente ministerial y de culto del canal María Visión, ¿habría reconvenido la SCT a esa empresa?, ¿se aplicaron sanciones pertinentes? De no haber sido así, ¿sería porque SCT o Cofetel no han revisado la naturaleza de los contenidos de María Visión a pesar de su reiterado atropello de las leyes correspondientes?, ¿qué presión hay de poderes fácticos como el clero y sus alecuijes para poder hacer catequesis en la tele? Sería bueno saber si las autoridades están al tanto de que los contenidos vertidos por María Visión se contraponen a las políticas federales en materia, por ejemplo, de salud pública o de auténtica libertad de culto, además de que hace de su praxis un continuo desacato, aprovechando omisiones, vacíos o lagunas legales y mucha manga ancha de funcionarios federales, al laicismo consagrado en la Constitución.
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