Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 18 de noviembre de 2007 Num: 663

Portada

Presentación

Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA

Marx no era marxista
ALEJANDRO MICHELENA

Tu cuerpo
ARISTÓTELES NIKOLAÍDIS

Horacio Durán, pionero
del diseño

ÓSCAR SALINAS FLORES

Entrevista con Horacio Durán
FRANCISCO JAVIER GARCÍA NORIEGA

Philippe Perrin o la repetición de la pérdida
ELIZABETH DELGADO NAZARIO

Leer

Columnas:
La Casa Sosegada
JAVIER SICILIA

Las Rayas de la Cebra
VERÓNICA MURGUíA

Bemol Sostenido
ALONSO ARREOLA

Cinexcusas
LUIS TOVAR

Corporal
MANUEL STEPHENS

El Mono de Alambre
NOÉ MORALES MUÑOZ

Cabezalcubo
JORGE MOCH

Mentiras Transparentes
FELIPE GARRIDO

Al Vuelo
ROGELIO GUEDEA


Directorio
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Manuel Stephens

Nellie Campobello

Nellie Campobello, crónica de un secuestro es el libro más reciente del investigador y crítico de danza César Delgado, quien ha documentado con anterioridad la vida y obra de figuras fundamentales de la danza mexicana, como Waldeen, Yol-Itzma, Guillermina Bravo y Raúl Flores Canelo. Pero su investigación de la vida de Campobello es de singular importancia debido a que él participó directamente en el esclarecimiento del secuestro y muerte de la bailarina, coreógrafa, maestra y escritora. Delgado presidió la Comisión ¿Dónde está Nellie? y proporciona datos de primera mano en una crónica que, de esta manera, es también un testimonial. Tras la lectura de Nellie Campobello , el lector no puede sino sentir profunda indignación e impotencia ante las circunstancias en que Campobello perdió la vida; asimismo, se ponen en evidencia la negligencia y corrupción que permean el sistema mexicano de impartición de justicia, del cual solamente la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal emerge con suma dignidad. La muerte de Campobello, ocurrida en 1986, fue ocultada por más de doce años por los involucrados en el caso, y es una siniestra historia de mentiras, ocultamientos, abusos, violencia y despojo, que terminó con la inadmisible libertad de los presuntos secuestradores. Es inconcebible que Campobello, reconocida actualmente como la más importante personalidad impulsora de la danza escénica en la primera mitad del siglo xx, haya terminado su vida como personaje de nota roja.

La investigación de Delgado, por otro lado, también construye un retrato de Campobello, que revela aspectos que permiten dimensionarla como mujer y como artista, como cuando amenazó con prenderse fuego en el Zócalo tras una amenaza de cese a su labor como directora de la Escuela Nacional de Danza. Campobello participó en la conformación de la educación dancística nacional desde 1930, y la escuela que ahora lleva su nombre y el de su hermana Gloria celebra este año su 75 aniversario. El compromiso de Campobello con la enseñanza, presente en la crónica de Delgado, propicia la observación de cómo ésta se desarrolla actualmente. La Academia de la Danza Mexicana, fundada por Guillermina Bravo y Ana Mérida, y la Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea festejan, también este año, los 60 y 30 aniversarios de su fundación, respectivamente. Las tres instituciones tendrán funciones en Bellas Artes, pero cabe preguntarse si este privilegio está realmente a la altura de profesores y alumnos que el resto del tiempo tienen que enfrentarse a políticas federales que desdeñan la educación dancística y, sobre todo, a las pocas oportunidades de desempeño profesional con que se encontrarán los egresados. A esto se suma la jerarquización a que son sometidas las expresiones contemporáneas por parte de algunos funcionarios. Esto viene a colación por el escrito, dirigido a Ma. Teresa Franco, directora del inba , y a otras autoridades, que me hicieron llegar alumnos de las licenciaturas de danza contemporánea y coreografía de la ENDCC, en la cual denuncian las condiciones de desigualdad a que son sujetos respecto del área de clásico, mismas que acabaron por hacerse manifiestas en la desproporción de presencia escénica que tuvieron ambas especialidades durante la función de aniversario. Este tipo de discriminación externado por los alumnos no debería darse en un espacio académico, donde debe prevalecer, sin distinciones de ningún tipo, la práctica y generación del saber.


Fotos: archivo La Jornada

En otro ámbito, los investigadores del Centro Nacional de Investigación, Documentación, Información y Difusión de la Danza (CENIDID) hicieron públicas en la prensa sus adversas circunstancias laborales. Existen problemáticas en la enseñanza, el ejercicio profesional escénico y la investigación de todos los géneros dancísticos. Por esta razón, la publicación a contracorriente de Nellie Campobello, crónica de un secuestro tiene un impacto que rebasa al propio texto y propicia el pensar nuestro momento. Campobello, como Waldeen, como Xavier Francis, murieron prácticamente en el olvido después de haber transformado nuestra danza. Es imperioso recuperar la memoria y movilizarse para lograr un cambio en las políticas culturales que proteja a quienes han optado por la vocación dancística.

La crónica de César Delgado nos devuelve a una artista fundacional para la danza y la literatura –ámbito que no he abordado, pero en el cual está a la altura de cualquiera de los novelistas “de la Revolución”– y pone el dedo en la llaga en errores históricos que no deben repetirse.