Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 5 de abril de 2009 Num: 735

Portada

Presentación

Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA

Partitura para La de Mí
GABRIEL LOPERA

Jardines bajo la lluvia
KOSTAS STERIÓPOULOS

De la Edad de Oro...

La fenomenología: la filosofía del siglo XX
ÁNGEL XOLOCOTZI YÁÑEZ

La necesidad de la fenomenología
(Dos fragmentos)
EDMUND HUSSERL

“Mi obra constituye un solo poema”
JAVIER GALINDO ULLOA entrevista con MARCO ANTONIO MONTES DE OCA

Leer

Columnas:
La Casa Sosegada
JAVIER SICILIA

Las Rayas de la Cebra
VERÓNICA MURGUíA

Bemol Sostenido
ALONSO ARREOLA

Cinexcusas
LUIS TOVAR

Corporal
MANUEL STEPHENS

El Mono de Alambre
NOÉ MORALES MUÑOZ

Cabezalcubo
JORGE MOCH

Mentiras Transparentes
FELIPE GARRIDO

Al Vuelo
ROGELIO GUEDEA


Directorio
Núm. anteriores
[email protected]

 

Rogelio Guedea
[email protected]

Puerta sin mar

Entro a un All day breakfast esta mañana de domingo. Pido unos huevos con tocino, me dan mi número y me siento en una mesa cercana a la cocina, de tal modo que no es difícil para el mesero ubicarme entre el mundanal de gente. Puedo escuchar fácilmente lo que hablan las cocineras pero más particularmente empiezo a escuchar las indicaciones que le da una de ellas a un mesero chaparrito, asiático, que tiene unos ojos de espanto. La cocinera le explica con detalle las características de los platos que tendrá que llevar para que no vaya a confundir huevos fritos con omeletes. Pero el mesero, ya de cierta edad, apenas entiende a la cocinera, su inglés es un poco cortado y viciado por el ruido de hornos y licuadoras, y el mesero parece estar padeciendo una angustia terrible. Yo lo veo. Dejo de ver todo lo que veía para verlo nada más a él. Y entonces, repentinamente, empiezo a sentir una tristeza infinita, inabarcable, por él, por los dos países que ha perdido (este en el que no se reconoce y aquel que ha dejado de pertenecerle), por sus zapatos que recorren calles en las que sus pasos se extravían, por el sueldo miserable que debe ganar, por su inglés endurecido como una piedra, por el sudor que le escurre a mares por la frente, por mí mismo que lo miro con la compasión de aquel que sabe que en la vida, apenas nacer, todo está perdido para siempre.