Portada
Presentación
Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega
Bitácora bifronte
Ricardo Venegas
Monólogos compartidos
Francisco Torres Córdova
Borges se copia
Rodolfo Alonso
Tres cuartas partes
José Ángel Leyva
Entre la ficción, el
set y el escenario
Ricardo Yáñez entrevista
con Dulce María González
Imitar e inventar
Vilma Fuentes
Bradbury por siempre
Ricardo Guzmán Wolffer
Crónicas marcianas o un adiós a Bradbury
Marco Antonio Campos
Jorge Ibargüengoitia: una amenidad sin amenazas
Enrique Héctor González
Leer
Columnas:
Galería
Saúl Toledo Ramos
Las Rayas de la Cebra
Verónica Murguía
Bemol Sostenido
Alonso Arreola
Cinexcusas
Luis Tovar
Perfiles
Ilan Stavans
Mentiras Transparentes
Felipe Garrido
Al Vuelo
Rogelio Guedea
La Otra Escena
Miguel Ángel Quemain
Cabezalcubo
Jorge Moch
Directorio
Núm. anteriores
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El pasado 5 de junio Ray Bradbury se fue a la nueva dimensión que, de acuerdo con sus propias leyes, le corresponde. Sus Crónicas marcianas, El hombre ilustrado y Farenheith 451, entre muchas otras obras maestras, mantienen toda su vigencia y lo consagran como el maestro de ciencia ficción. Para Marco Antonio Campos Bradbury es, sobre todo, un infinito poeta, para Ricardo Guzmán es un humanista que defiende los valores humanos y busca un mundo más justo y solidario. Completan el número un ensayo de Rodolfo Alonso sobre el Borges que se copia a sí mismo y un poema de José Ángel Leyva en celebración de Juan Gelman. |
In memoriam
Miguel Capistrán Lagunes
(1939-2012)
amigo y colaborador
de este suplemento. |
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