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La comedia moral de Dominique Strauss-Kahn (I DE II)
El ataque
El sábado 14 de mayo en el lujoso Hotel Sofitel de la calle 44 de Manhattan, alrededor de las 12 del día, una joven mucama de treinta y dos años, originaria de Guinea, entró a la habitación 2806 (de 3 mil dólares la noche) a hacer la limpieza. Súbitamente el huésped salió del baño desnudo y como una fiera se lanzó sobre la mujer obligándola a que le hiciera sexo oral. O bien, ella entró al baño y él la atacó por la espalda, la sujetó de los senos y la forzó a ponerse de rodillas para que le practicara felación. En otra versión de los hechos, la mujer logra escapar de la habitación, pero el hombre la persigue desnudo por el pasillo y la obliga a entrar de nuevo en la habitación donde la fuerza a ponerse de rodillas, etcétera. En cualquier caso, el hombre dejó el hotel a las 12:30. Inicialmente la policía declaró que huyó a toda prisa al aeropuerto, tanta que olvidó su teléfono. La realidad es que fue a comer con su hija y llamó al hotel para pedir que mandaran su teléfono al aeropuerto. Para entonces el hotel ya había contactado a la policía. Aunque no encontraron el teléfono, de todos modos agentes de la policía alcanzaron al huésped y lo arrestaron minutos antes de que su vuelo despegara. Temían que, si lo dejaban ir, no se pudiera hacer justicia, debido a que no hay tratados de extradición entre Francia y EU.
El depredador
Este relato de acoso sexual desesperado y frenético estremeció la economía del planeta, ya que el huésped en cuestión era Dominique Strauss-Kahn (DSK) el hoy ex director del Fondo Monetario Internacional y probable candidato a la presidencia de Francia en las próximas elecciones. Los cargos eran graves, pero lo fue igualmente la premura con que fue arrestado y convertido en espectáculo al ser paseado frente a los medios. Desde el punto de vista legal, parecía un caso sólido, aunque desde la perspectiva política la acusación podía verse como una conspiración. No obstante, el historial de Strauss-Kahn, no sólo como mujeriego empedernido (este hombre, casado tres veces, arrastra una larga leyenda de affaires), sino como misógino agresor (por lo menos dos mujeres más lo han acusado de intento de violación, incluyendo la periodista Tristane Banon), parecía poner en entredicho cualquier sospecha de que la acusación pudiera ser una estrategia de sus enemigos. Pero cuando se anunciaba un juicio de proporciones presidenciales que cautivaría al mundo, todo se desplomó.
La víctima
La fiscalía de Nueva York no pudo mantener el secreto de que la credibilidad de la acusadora era una red llena de agujeros. La joven había mentido en su solicitud de asilo a eu: declaró que su marido había sido torturado hasta la muerte por los gendarmes del régimen, lo cual es falso; que la habían violado masivamente, lo cual tampoco es cierto. Durante el proceso de su solicitud de asilo, su abogado le dio un casete para que memorizara su declaración. También registró como suyo al hijo de una conocida para obtener un descuento en sus impuestos. Declaró al Gran Jurado que tras ser violada esperó hasta que DSK tomara el elevador para reportarlo a su supervisor. La realidad fue que, tras el supuesto ataque, limpió otra habitación y después regresó a limpiar la infame suite 2806. Entonces reportó el ataque. Su novio o compañero está preso en una cárcel de Arizona esperando ser deportado por haber sido capturado con 200 kilos de mariguana. La mujer lo llamó para contarle lo sucedido y decirle que el tipo estaba cargado de plata y podían sacarle mucho dinero (la conversación fue grabada). La fiscalía especula que la acusadora también puede estar involucrada en lavado de dinero, ya que recibió tres depósitos provenientes de distintas partes de EU, que suman alrededor de 100 mil dólares. Una cantidad semejante también podría implicar que estuviera involucrada en una conspiración.
El triunfo del antiguo régimen
La triste paradoja es que todas estas mentiras no niegan que la mujer bien pudo ser víctima de una violación. Su historia refleja la historia de muchos y muchas inmigrantes que deben mentir para poder emigrar a eu en busca de mejores condiciones de vida. Su desafortunada elección de una pareja no debería hacer que ella también sea considerada como una criminal. Inicialmente la mujer fue presentada como una musulmana pudorosa que trabajaba para mantener a sus hijos. Hoy esa versión ha sido ridiculizada por los mismos medios que se dieron gusto explotando la imagen de un DSK humillado. La fantasía populista de castigar a un hombre poderoso por abusar de la servidumbre se ha convertido de golpe en una historia convencional más de una mujer ruin y ambiciosa que trata de explotar a un hombre poderoso.
(Continuará)
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