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Germaine Gómez Haro
Las arte aventuras de Agustín Portillo
El pasado mes de mayo apareció el libro América/México del pintor Agustín Portillo, una publicación de excelente diseño y calidad editorial realizada por Grupo Romo, que propone una vista a vuelo de pájaro del trabajo de este artista a través de un recorrido retrospectivo a lo largo de tres décadas de producción.
Portillo se dio a conocer en los ochenta vinculado al movimiento conocido como neomexicanismo; en los noventa su lenguaje dio un viraje hacia el neopop con imágenes eclécticas provenientes de las tiras cómicas, entreveradas con referencias kitsch y salpicadas de sugerencias eróticas y consignas de protesta; también por esos años recurrió al arte objeto y al ensamblaje de intención conceptualista.
En 2001 se vio obligado a partir a Chicago en una especie de exilio forzado tras haber sido arrestado por pintarrajear “Fox es un mentiroso” en un muro anexo a las oficinas de Conaculta. El libro de reciente aparición reúne una buena parte de la aventura pictórica que tuvo sus orígenes en Chicago, donde Portillo permaneció cuatro años explorando con su mirada sagaz la diversidad social y cultural que fue el detonante para la creación de una serie de pinturas cuyo tema era totalmente inédito en su quehacer anterior. Las pinturas de Portillo reunidas bajo el título de América son una crónica punzante de un sector de la población estadunidense que es, en su esencia, el resultado de un exuberante melting pot: los personajes captados son rubias voluptuosas, negros y mulatos de musculaturas prominentes, jóvenes y ancianos atrapados en sus glamorosos mundos de plástico, retratados a manera de caricaturas en las que el artista utiliza como recurso pictórico las protuberancias faciales para alterar los rasgos físicos.
A su regreso en México en 2005, Portillo se interesa en las figuras destacadas del mundo político y empresarial, y los socialités de nuestra cultura mexicana, con lo que la aventura pictórica iniciada en Chicago encuentra nuevos caminos que despiertan en el pintor el interés por llevar a cabo una “crónica social” de la alta burguesía mexicana. Este trabajo fue presentado en tres etapas consecutivas: en 2006 y 2007 en la galería Óscar Román, y en 2009 en una nutrida muestra en el Museo José Luis Cuevas.
Actualmente Portillo presenta su trabajo más reciente en la Casa Lamm bajo el título Las arte aventuras de Agustín Portillo. Se trata de diecisiete pinturas seriadas que conforman una narrativa plástica para ser leída a manera de una tira cómica. La historia que se mira y se lee cuenta la anécdota de un pintor –el propio Portillo en autorretrato– que busca desesperadamente la posibilidad de exponer su pintura en galerías y museos, enfrentándose a la negativa rotunda de los directivos. El protagonista se ve obligado a recurrir a una “trampa conceptual“ para atraer la atención de las vacas sagradas del arte contemporáneo quienes, finalmente seducidos por su golpe de genialidad, le dan acceso por la puerta grande al Museo de Arte Moderno en Nueva York. Aunque aparecen personajes de la vida real, algunos con seudónimos pero plenamente identificables –los galeristas Patricia Ortíz Monasterio y Kurimanzutto, Osvaldo Sánchez (director del Museo de Arte Moderno), el artista Gabriel Orozco plasmado como el “Padre Todopoderoso” del arte a quien hay que encomendarse, los coleccionistas Eugenio López, Francois Pinault y Madonna, el gurú del arte contemporáneo Hans Ulrich Obrist, Glenn Lowry (director del moma de Nueva York), la crítica de arte Blanca GonzálezGlenn, entre otros–, la historia es una ficción que esboza algunos guiños autobiográficos del autor cuya intención es “denunciar el juego del poder en el mercado del arte“. Léase como una crítica mordaz e ingeniosa realizada en un léxico irónico, humorístico, mediante una técnica refinada que hace que la lectura visual y conceptual del paint-comic resulte plenamente disfrutable. Como bien escribe Magali Tercero en el texto del “catálogo“ impreso a manera de un comic tradicional: “[A Portillo] le interesa reír y transformar la situación en una historieta que cuenta el desprecio que la pintura sufre ahora que no está de moda. Prepárese pues, lector, para disfrutar la faceta de historietista de Agustín Portillo. Y ríase.. ríase con ganas”... a menos de que el lector-espectador carezca de sentido del humor, se sienta vilmente aludido, o sea de esos tercos amargos que siguen insistiendo en la muerte de la pintura. (Catálogo virtual disponible:www.galeriacasalamm.com.mx/catalogo_virtual/agustin _portillo2011/invitacion2/html)
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