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Irán, elecciones y el fenómeno Twitter (II Y ÚLTIMA)
ELECCIONES COMO DETONADOR
Cuando esto se escribe es imposible estar seguro del verdadero resultado de las elecciones iraníes (el cual probablemente nunca se sepa). Los resultados oficiales muestran al actual presidente, Mahmoud Ahmadinejad, ganando un sesenta y tres por ciento de los votos. Pero independientemente de lo ocurrido en las urnas, la frustración del pueblo se tradujo en gigantescas manifestaciones a favor del candidato Mir Hossein Mousavi, quien se ha transformado en el símbolo de las reformas que se anhelan con desesperación. El apoyo a este candidato representa un repudio al internacionalismo y contra Estados Unidos practicado por Ahmadinejad (que ha intensificado el aislamiento del país), una protesta contra la política económica interna, contra la corrupción del régimen de los ayatolas, contra las acciones de una policía de la moral que tiene autoridad de acosar, hostigar y reprimir a la ciudadanía (en particular a las mujeres) por “desviarse de la vía de la revolución islámica”.
EL ELEGIDO
Mir Hossein Mousavi es un político, arquitecto y artista, un hombre sensible y culto, pero también fue primer ministro hacia finales de la guerra Irán contra Irak, donde destacó por crear una política de racionamiento y cupones que funcionó bien para distribuir provisiones a la población. También era el protegido del delirante ayatola Khomeini y no se opuso cuando éste decidió ejecutar a entre 2 mil y 5 mil de disidentes. Mousavi promete que cambiará un gran número de cosas, pero la realidad es que, aparte de cargar con ese crimen en su conciencia, ha demostrado ser un reformista muy tibio y demasiado vinculado con un sector de la cúpula de los ayatolas.
Mir Hossein Mousavi |
REVOLUCIONES DE COLORES
Es cierto que Ahmadinejad ha demostrado su habitual paranoia al culpar a Occidente por las revueltas en su país. No hay la menor duda de que esta rebelión es en esencia una honesta expresión de desencanto y frustración popular, pero tampoco podemos ser tan ingenuos como para ignorar que Estados Unidos, Israel, Inglaterra, Arabia Saudita y varias naciones conspiran desde hace décadas en contra de la República islámica, y estas revueltas se ofrecen como la mejor oportunidad para castigar y quizás eliminar al régimen de Teherán. Mousavi adoptó el color verde para identificar a su movimiento. La marea verde ha mostrado su poder en las calles y ofrece una esperanza de que la insurrección dé lugar a una sociedad más tolerante, justa y democrática. Pero, por otro lado, lo que ocurre en Irán parece seguir el modelo de otras “revoluciones coloridas”, como la naranja, de Ucrania, la morada, de Irak, la rosa en Georgia y la azul en Kuwait, entre otras expresiones de disidencia que llevaron al poder a grupos cercanos a Estados Unidos, y que en gran medida fueron financiadas por la cia y el Departamento de Estado estadunidense.
DO YOU TWEET?
De creer en la cobertura que han dado CNN, FOX y las cadena estadunidenses a estas revueltas, parecería que el principal riesgo que corren los manifestantes es chocar con un poste, ya que han pintado un panorama en el que las masas recorren las calles tecleando tweets en sus teléfonos celulares para informar al mundo. Paradójicamente, si revisamos la clasificación Alexa del uso de Twitter en Irán, éste es de 0.8%, es decir que ocupa el lugar noventa y siete de las páginas más usadas en ese país. En el mundo sólo el 2.28% de los internautas emplean Twitter (aunque ha tenido un crecimiento del doscientos por ciento en los últimos tres meses) y en Irán es un medio casi desconocido. Por tanto los tweets que circulan en el ciberespacio no son la voz de los millones que exigen democracia y justicia, sino de un puñado de gente, dentro y fuera de Irán, que enfoca su atención al exterior, en particular al país que tiene invadidos a Irak y Afganistán (y que constantemente bombardea Pakistán), los vecinos de Irán, países en los que la guerra y la ocupación no ha traído más que destrucción muerte e inestabilidad. Lo cierto es que, como en otros conflictos, la gente usa sus celulares con cámaras de video para documentar en tiempo real las atrocidades cometidas por las fuerzas del orden: de esa manera se creó el testimonio más desgarrador de estas revueltas, la muerte a cámara de la joven Neda, un video que pasará a ser emblemático de la opresión de este brutal régimen. Pero mientras la opinión mundial se ha volcado a condenar al gobierno iraní, en Israel, donde Ahmadinejad es el gran Satán, el director de la Mossad , Meir Dagan, declaró a un comité cerrado del Knesset que la victoria de Mir Hossein Mousavi era “un problema más grave para Israel”, ya que el actual régimen es mucho más fácil de satanizar (Wall Street Journal, “Some Israelis Prize Ahmadinejad's Role”, 18/ VI / 2009).
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