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Viajes exquisitos
Es siempre bienvenida la demostración de que la televisión sirve para algo más que vender políticos corruptos de cara lavada o comida basura, aunque hay que apechugar con la antipática idea de que los programas realmente buenos, que traslucen inversión de recursos y buen oficio, casi nunca son de lo hecho en México. Lástima, porque dinero hay, y presunta experiencia, también. Pero es necesario mucho más que capital y conocimiento del medio para producir joyas como Classical destinations . Primero se necesita gusto por la música mal llamada “clásica”, además de buenas luces en artes plásticas, historia, arquitectura, teatro, literatura, cinematografía y de pilón, geografía, apetencias del intelecto que no sé por qué, pero no creo que se susciten mucho entre los ejecutivos y productores de Televisa o TV Azteca, por ejemplo, y aunque ninguna duda cabe que sí debe ser el caso en Canal Once, TV unam y Canal 22, también habremos de ser realistas: las televisoras privadas del duopolio horripilante y reguetonero se zampan la mayor parte de la teleaudiencia nacional y aun las de otros países.
Classical destinations o Destinos clásicos (su publicidad reza: “guía turística de las bellas artes”) es un una producción australiana de factura impecable, distribuida por la bbc que en México se puede ver en señales “cerradas” o de paga, como el canal Film And Arts, dedicado a la divulgación de las bellas artes. Se trata de una serie de programas de casi media hora –trece episodios en su primera temporada y otra docena para la segunda, al aire el año que viene– dedicados al recorrido visual de las principales ciudades europeas en las que nacieron, estudiaron, compusieron e interpretaron hasta la consagración algunos de los más grandes compositores y virtuosos clásicos de la música occidental, desde el Salzburgo de Mozart hasta el San Petersburgo de Rimski-Korsakov y Tchaikovsky. Las tomas abiertas de ciudades tan hermosas como Venecia, París, Praga, Viena, de sus callejuelas, plazas y rincones son sazonadas con interiores de aquellas buhardillas, casas, iglesias, palacios y conservatorios que albergaron y estimularon el genio de Grieg, Beethoven, Vivaldi, Glinka, Strauss, Prokoviev, los Bach… en fin, la pepita creativa de todo el cúmulo de partituras que se convirtieron en el más importante patrimonio musical de la civilización humana. A lo largo del recorrido, dos comentaristas in situ y un conductor nos entregan episodios notables de las vidas de esos músicos, o detalles curiosos de sus a menudo tormentosas personalidades. Allí este aporreateclas se pudo enterar, por ejemplo, de que su admirado Alexander Borodin era un químico concienzudo para quien la música no era más que un pasatiempo, y si se hubiera quedado en el laboratorio hubiera sido casi una insignificante anonimia, porque a muy poca gente debe interesarle qué tan afines son las sales de arsénico y el anhídrido sulfúrico…
La conducción está a cargo del actor inglés Simon Callow, también escritor y especialista en música orquestal. La carrera de Callow en la actuación ha estado íntimamente ligada al legado musical de Mozart: interpretó al compositor en la pieza teatral de Peter Schaffer cuando fue estrenada en el Teatro Nacional de Londres en 1979. Después participó en el filme Amadeus , en el papel de Schikaneder (es también conocido por su interpretación del pintoresco Gareth en la película Cuatro bodas y un funeral , de 1994). Su conocimiento de temas musicales, históricos y artísticos es vasto: ha sido lo mismo traductor de Jean Cocteau que director fílmico ( Ballad of the Sad Café , 1991) y de óperas como Die Fledermaus y La Calisto .
Por su parte, Niki Vasilakis es una prodigiosa violinista australiana, formada en las escuelas musicales de Adelaide. Con una carrera vertiginosa en el mundillo orquestal, Vasilakis es posiblemente la solista más famosa y contratada de Australia.
El tercero en concordia es el historiador y comentarista Matt Wills, además coautor de la serie junto con el productor Peter Beveridge, verdadero responsable del programa, quien también es músico (y también australiano), egresado del Conservatorio de Música Clásica de Sydney. La estupenda fotografía corre a cargo de Wendy McDougall y Paul Moss.
Destinos Clásicos es un programa breve, sustancioso y con mucho sabor. De ésos que realmente dejan sembrado dentro el deseo de un día dejar lo cotidiano y urgente para largarse uno a conocer lo verdaderamente importante del mundo, tarareando una melodía universal.
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