Portada
Presentación
Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega
Mihai Eminescu
Vasilica Cotofleac
Adrián
Marin Malaicu-Hondrari
Cuatro poetas
Carta sobre una
literatura periférica
Simona Sora
Poema
Radu Vancu
Leer
Columnas:
Bitácora bifronte
Ricardo Venegas
Monólogos compartidos
Francisco Torres Córdova
Mentiras Transparentes
Felipe Garrido
Minificciones
Mario Sánchez Carvajal
La Otra Escena
Miguel Ángel Quemain
Bemol Sostenido
Alonso Arreola
Las Rayas de la Cebra
Verónica Murguía
Cabezalcubo
Jorge Moch
Galería
Enrique Héctor González
Cinexcusas
Luis Tovar
Directorio
Núm. anteriores
[email protected]
@JornadaSemanal
La Jornada Semanal
|
|
Felipe Garrido
Oculta
Para Mario del Valle
–No puede verla, señor, no insista –volvió a decirme el hombre que iba al frente, y tras él seis o siete, no sé cuántos, cerrándome el paso. Y más allá mujeres enrebozadas, borradas, como sombras. Me lo dijo con una voz dulce y apagada, como si no hablara. Nadie rozó el mango de ningún machete. En la sierra, de Cuetzalan más arriba, más allá. Habíamos llegado por caminos de herradura, entre niebla y una profusión de verdes. Me lo habían contado.
–Tampoco nosotros la hemos visto –me dijo–. Pero sienta la agüita. Vea cómo llega. Sentada al borde de las tinajas ella cepilla su cabello y así como lo cepilla llega la lluvia. El bosque se queda silencio y ella sigue y sigue, incansable, cepillando su cabello, desnuda bajo la mata oscura, del color de la obsidiana. Pura como un bosque de orquídeas. Vea allí en la selva cómo se dibuja una mujer desnuda que peina su cabello.
Entonces creí verla. Bronceada, carilarga, tibia y taciturna. |