Portada
Presentación
Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega
Los premios
José María Espinasa
Murmullos de Julio Estrada: simbiosis
de música e imágenes
Jaimeduardo García entrevista
con Aurélie Semichon
El Apocalipsis
según Del Paso
Élmer Mendoza
Religión, intolerancia
y barbarie
Fernando del Paso
La verdad y sus delirios
Hugo Gutiérrez Vega
La ventana
Dimitris Papaditsas
Leer
Columnas:
Bitácora bifronte
Jair Cortés
Mentiras Transparentes
Felipe Garrido
Al Vuelo
Rogelio Guedea
La Otra Escena
Miguel Ángel Quemain
Bemol Sostenido
Alonso Arreola
Las Rayas de la Cebra
Verónica Murguía
Cabezalcubo
Jorge Moch
La Casa Sosegada
Javier Sicilia
Cinexcusas
Luis Tovar
Directorio
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Rogelio Guedea
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Viajes en casa
Para tener la sensación de que cambio de lugar, de que viajo, suelo habitar diferentes partes de la casa. Me mudo con todo lo que puedo. Esto es: con lo esencial. Es como preparar un viaje largo en el que sólo puede llevarse lo que llevas encima, y de esa forma preparo, por ejemplo, mi viaje de mi habitación a la habitación de mis hijos o de la habitación de mis hijos a la pequeña oficina donde escribo. Me llevo algunos libros, mi taza de café, un pequeño maletín con una agenda, tres libretas cuadriculadas, un pantalón corto. Me instalo en el lugar y todo cambia, como si en realidad hubiera llegado a otro país. Tengo a veces una ventana nueva. O una pared nueva decorada. O un radio de onda corta. O incluso una cama rodante, como en la habitación de mis hijos. Soy feliz viajando en casa, siendo otro sin salir del mismo sitio. He pretendido también utilizar el baño en esta empresa, pero tengo la impresión de que las cosas terminarán, tarde o temprano, mal, tal como esos viajes de placer que hacemos con nuestra mujer y que, al regresar, terminan en un divorcio definitivo. |