Directora General: Carmen Lira Saade
Director Fundador: Carlos Payán Velver
Domingo 18 de agosto de 2013 Num: 963

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

Los premios
José María Espinasa

Murmullos de Julio Estrada: simbiosis
de música e imágenes

Jaimeduardo García entrevista
con Aurélie Semichon

El Apocalipsis
según Del Paso

Élmer Mendoza

Religión, intolerancia
y barbarie

Fernando del Paso

La verdad y sus delirios
Hugo Gutiérrez Vega

La ventana
Dimitris Papaditsas

Leer

Columnas:
Bitácora bifronte
Jair Cortés
Mentiras Transparentes
Felipe Garrido
Al Vuelo
Rogelio Guedea
La Otra Escena
Miguel Ángel Quemain
Bemol Sostenido
Alonso Arreola
Las Rayas de la Cebra
Verónica Murguía
Cabezalcubo
Jorge Moch
La Casa Sosegada
Javier Sicilia
Cinexcusas
Luis Tovar


Directorio
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Felipe Garrido

Canción

Luego Clara lo propuso y salimos al jardín, las copas en las manos, grupitos de tres o cuatro enlazándonos con los brazos por los hombros o por el talle, Mirtha coqueteando –un guiño, el roce de una mano–, con ese buen humor que dejan siempre el arroz con alcachofas y conejo, las habas en verde, los gusanos de maguey, las botellas de tinto, una tras otra, inacabables, los racimos de uvas, los quesos, y el aire tibio donde empezaba a sentirse el huele de noche al tiempo que ya brillaba –Roberto lo vio el primero– el Lucero y un celaje pintaba de fuego las sombras, y apenas, entre bromas, quedamos instalados, Que cante Clara, gritó alguien y ella no quería pero los demás insistieron y de algún lado apareció una guitarra que nos puso quietos y un instante después, potente, luminosa, avasallante rasgó la última luz de la tarde la voz de Clara y sus ojos brillaron más que el Lucero y yo los busqué en vano, porque esa noche la canción no era para mí.