Directora General: Carmen Lira Saade
Director Fundador: Carlos Payán Velver
Domingo 21 de julio de 2013 Num: 959

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

Vicente Leñero en
sus ochenta años

José María Espinasa

María del Mar y el Movimiento Agorista
Evangelina Villarreal

Luis Javier Garrido: universitario ante todo

Roger von Gunten,
color y naturaleza

Allá y aquí
Bernard Pozier

La lectura como traducción
José Aníbal Campos entrevista
con Carmen Boullosa

Provincia griega d.c.
Panos Thasitis

Leer

Columnas:
Bitácora bifronte
Jair Cortés
Mentiras Transparentes
Felipe Garrido
Al Vuelo
Rogelio Guedea
La Otra Escena
Miguel Ángel Quemain
Bemol Sostenido
Alonso Arreola
Las Rayas de la Cebra
Verónica Murguía
Cabezalcubo
Jorge Moch
La Casa Sosegada
Javier Sicilia
Cinexcusas
Luis Tovar


Directorio
Núm. anteriores
[email protected]

 

Roger von Gunten
color y naturaleza

Von Gunten y la Ruptura


Monte con un monumento a la sonrisa

José Luis Cuevas

Al poco tiempo de haber llegado a México, Roger von Gunten entró en contacto con algunos integrantes de la Generación de la Ruptura. Expuso en aquel entonces en la Galería Antonio Souza y después formó parte del grupo de la Galería Juan Martín, bastión importante que combatió la hegemonía de la pintura oficial que cerraba caminos, impidiendo que los jóvenes de entonces nos expresáramos con absoluta libertad.

México había ejercido una gran fascinación en muchos artistas europeos que llegaron a un país con fuerte tradición artística. Algunos surrealistas, como Leonora Carrington, Alice Rahon y Wolfgang Paalen llegaron quizás atraídos por la aseveración de André Breton de que México era un país surrealista. Después de ellos, de Inglaterra vinieron Joy Laville y Brian Nissen.

Roger von Gunten descubre el color de México, pero no aquél a que nos tenían acostumbrados Diego Rivera y sus seguidores. Los cuadros de Roger están habitados por extraños animales y mujeres de gran sensualidad. Encontramos también un mundo de plantas y flores exóticas. Vive en diferentes regiones del país y a la capital viene para exponer sus obras. Su última casa la perdió injustamente. La avidez de unos empresarios y la corrupción de los jueces lo llevaron a la bancarrota. Sin embargo, esta situación difícil no le ha impedido trabajar. Su obra reciente es abundante y abarca diversas disciplinas: grabado, pintura, dibujo y escultura. Sus trabajos siempre han despertado el interés de la crítica, así como la de sus colegas. Roger es sin duda uno de los artistas más originales de la Generación de la Ruptura.

El sexto día de Roger von Gunten

Álvaro Mutis

La obra de Roger von Gunten que se reúne en esta muestra se me antoja pintada en el sexto día de la Creación. Hay en los últimos cuadros suyos mucho de un mundo recién inaugurado, de inocencia que estalla en colores de una vivacidad inesperada, de formas humanas, femeninas en su mayor parte, que se nos presentan como un desfile de hermanas de Eva que se disponen a poblar el mundo y a darle nombre a las plantas, a los frutos, a las bestias y a los astros.

Siempre me ha entusiasmado en la pintura de Von Gunten esa absoluta disponibilidad de su torrente creador. Pero en esta ocasión he sentido como un brusco cambio de rumbo, como un esfuerzo último por alcanzar una plenitud cruzada por seres y por cosas que circulan en medio de un ámbito bautismal que celebra su presencia con una fiesta de colores que no cesa. Von Gunten ha tenido para mí, desde cuando visité recién llegado a México en 1957, su exposición en la Galería Antonio Sauza, una virtud muy poco común en la pintura de nuestros días: la ausencia del más mínimo compromiso con cánones, escuelas y dictados cuya duración suele ser tan efímera como los principios que creen sustentar. Es lo que llamo su disponibilidad. Y es por eso, seguramente, que su visión y versión del paisaje mexicano y del misterio que entraña esta tierra de grandes silencios y de gritos desafortunados de un oscuro dramatismo, son de una eficacia, de una fidelidad y de una resonancia difíciles de igualar. En la época que menciono yo estaba recién llegado a México y no me reponía aún del impacto brutal de un enigma que aún no consigo descifrar cabalmente, y puedo asegurar que fue en los cuadros de Von Gunten donde pude hallar algunas claves que me han sido útiles luego para acercarme al misterio. Inclusive en obras que se inspiran en temas y ambientes por entero ajenos a lo mexicano, es notable advertir cómo ha sabido el pintor aprovechar la lección de una tierra que nos ha dejado ya marcados para siempre.

Me siguen fascinando, como la primera vez que las vi, ciertas constantes de composición, de colorido y de honda poesía que distinguen la pintura de Von Gunten. Ahora, en esta última etapa suya, esos rasgos siguen presentes, pero hay en ellos como una desbocada fiebre cuya belleza me ha dejado en un deslumbramiento difícil de precisar. Von Gunten ha visto esta vez algo que me ha remitido, por ese misterio de los vasos comunicantes de la creación estética, a ciertos momentos de la “Temporada en el Infierno”, de Rimbaud. Me doy cuenta de que esta evocación no es fácil de sustentar y, sin embargo, les aseguro que es para mí de una evidencia desgarradora. Llegado a este punto siento que sobran las palabras. Cualquier cosa que quisiera agregar caería en el vacío. Miremos en silencio este mundo que nace de nosotros mismos.