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Directora General: CARMEN LIRA SAADE Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER Domingo 6 de abril de 2008 Num: 683 |
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Bazar de asombros Leandro Corona, juglar El poeta En honor de un documento no destruido Alabanza al santo duque Lázaro Kósovo: un despojo a la vista de todos Columnas: |
Hugo Gutiérrez Vega ENTREVISTAS CON POETAS DE LOS CINCUENTA (I DE II)Ricardo Venegas está siempre pendiente del desarrollo de la poesía en nuestro país y el mundo. Esta inquietud lo lleva a preparar antologías, a traducir y a entrevistar a poetas de las nuevas generaciones. Es conveniente interrogar periódicamente a los jóvenes creadores de poesía sobre las razones de su quehacer, los rasgos principales de su generación, la función de la poesía en el corpus general de la literatura y su relación con los lectores que se le acercan y caen en su hechizo o huyen temblando de miedo de algo que no les dice nada o no entienden y abre una brecha profunda entre el creador y sus posibles cómplices en la aventura de leer poesía y de emocionarse por su contenido humano y por las afinidades que descubren, tanto en su visión del mundo como en la música del poema. En este libro Ricardo entrevista a un número importante de poetas nacidos después de 1950. Hay entre ellos algunos ya consagrados por nuestra deficiente crítica de poesía y otros que sólo son conocidos en sus regiones y no han llegado a la ensimismada y arrogante capital de la República. Todos tienen varios libros publicados y muy claras opiniones sobre el presente y el porvenir de la poesía. Resulta interesante que muchos poetas de estas nuevas generaciones hayan llegado a la poesía a través de lecturas ocasionales y, más tarde, en el ámbito de los talleres literarios. Esto demuestra que “tallerear” es indispensable para orientar los pasos y admirar a otros poetas. Afortunadamente, los poetas entrevistados todavía no llegan a esa maldición de la vejez que consiste en despreciar lo nuevo y en sólo gustar de la propia obra. En fin... se trata de aferrarse a los últimos jirones de la vida. Esta tragedia los obliga a encerrarse en sí mismos y a no darse los maravillosos lujos de gozar la obra de los otros, sobre todo la de los jóvenes que ya han encontrado su propia voz y saben expresar sus sensaciones con originalidad, aportando algo nuevo a la empresa de la poesía, tarea en la que nos va la vida de por medio. Aglae Margalli habla de sus dos paisajes poéticos: la selva tabasqueña y el desierto bajacaliforniano. Ambos han influido en su poesía y le han dado dos climas espirituales muy diferentes, pero igualmente atractivos y poderosos. La voz de Alberto Blanco ha alcanzado la madurez necesaria para ser inconfundible. Sus variados oficios y sus muchos intereses repercuten, a la postre, en su poetizar. Arnulfo Vigil habla de su amor por la palabra y de las virtudes que debe exaltar y hacer más patentes: el amor y la esperanza. Vigil busca las posibilidades humorísticas del poema y las lleva hasta sus últimas consecuencias. Leticia Luna, Claudia Posadas, experimentada entrevistadora, y Armando Alanís Pulido son los autores de las entrevistas a los poetas ya mencionados. El propio Venegas dialoga con Eduardo Casar, hombre metido de cuerpo entero en el mundo de las palabras. Para Casar la poesía forma parte de su mundo más íntimo y de su noción del ser en el tiempo y en el espacio. Patricia Real entrevista a Eduardo Hurtado, poeta del mar y de las ciudades, defensor del conocimiento profundo del oficio para poder innovar y encontrar el propio camino. (Continuará) |
