Con la instalación ayer del Grupo de Trabajo de Congreso Digital, el Senado puso en marcha los trabajos para realizar una reforma constitucional y modificaciones legales que permitan al Legislativo sesionar a distancia con las nuevas tecnologías y poder votar y garantizar la certeza jurídica de los procesos en emergencias nacionales, como la de la pandemia por Covid-19.

La titular de la Mesa Directiva, Mónica Fernández , también presidenta de ese Grupo de Trabajo, y el presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), Ricardo Monreal, definieron el calendario para alcanzar esta reforma, incluso, en un periodo extraordinario que se podría llevar a cabo antes del primero de septiembre.

Se trata, explicó Fernández, de arrancar el siguiente periodo ordinario de sesiones con la posibilidad de hacerlo a distancia con las herramientas técnicas y jurídicas que permitan no sólo garantizar la eficacia y productividad del Congreso, sino un trabajo legislativo formal y legal. Se busca, agregó, una reforma que incluya a todo el Congreso de la Unión, que rompa paradigmas y las históricas formas del trabajo parlamentario.

Monreal señaló que una de las mayores lecciones del Covid-19 es que debemos ajustar nuestras reglas para asegurar que las instituciones puedan funcionar en cualquier situación, por muy crítica o grave que sea.

Ante el arranque del tercer año de la legislatura, agregó, se requiere un nuevo modelo normativo que respalde la transición hacia un Congreso digital que preserve la certidumbre jurídica de los procesos que se llevan a cabo en esta Cámara.

Confió en que se alcanzará un consenso rápido para este proyecto, a fin de que el primero de septiembre inicien los trabajos legislativos con una nueva normatividad. Propuso que el Senado trabaje en conferencia con la Cámara de Diputados para acelerar la reforma que regule los mecanismos digitales para las asistencias, votaciones y debates, y que permitirá salvaguardar la salud de todas las personas que realizan actividades dentro del Congreso.