La luchadora olímpica Alma Jane Valencia está emocionada por regresar a entrenar en el colchón para continuar con la preparación al ser la primera de su disciplina en México clasificada a Tokio, por lo que estima que en dos semanas estará de vuelta en el gimnasio en Pensilvania, una vez que se realice la prueba del Covid-19, como parte de los protocolos del gobierno estadunidense para descartar contagio.

Ansiosa por entrenar

Hace unos días, la jalisciense recibió la documentación requerida para los exámenes que deberá presentar, pues estoy ansiosa de entrenar, sigo con la mente enfocada a Tokio 2021 y feliz de que todo se puede lograr.

Durante la cuarentena por la pandemia del coronavirus, Jane realizó preparación física general en su casa con la asesoría de su esposo, el luchador puertorriqueño Jaime Espinal, subcampeón olímpico en Londres 2012, y la motivación extra de su pequeña hija.

Aunque nadie de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte se ha comunicado con ella para saber si tendrá una beca, la campeona continental y centroamericana espera la apertura de las oficinas en Tlalpan para que su Federación ingrese los trámites correspondientes y tenga los recursos necesarios que la lleven a cumplir los planes que tienen rumbo a la cita japonesa.

Dinero y apoyo no voy a tener para estar tranquila, ni siquiera tengo un patrocinador y ni cómo buscar (o salir), porque todo está cerrado, así que espero que una vez que abran la Conade puedan ayudarme, dijo la luchadora en estilo libre.

Jane tomó la decisión de seguir en Pensilvania; es mi mejor opción con entrenadores que tienen experiencia con atletas olímpicos y eso me ha favorecido. Quiero empezar aquí, porque combatiendo con los hombres obtuve la clasificación olímpica para ganar la medalla de oro que me dio el pase a Tokio.

En marzo pasado, la luchadora en 57 kilogramos consiguió el histórico boleto para ser la primera mexicana que competirá en una justa olímpica, disciplina que abrió el camino a las mujeres en el programa oficial de Atenas 2004.

El preolímpico fue en Ottawa, clasificatorio panamericano. La mexicana ganó cuatro combates y lo sorprendente es que venció en semifinales a la canadiense Linda Morais, campeona mundial, para avanzar a la pelea por el oro que se adjudicó tras el retiro por lesión de la estadunidense Helen Mareoulis, monarca olímpica en Río 2016.

Jane aún disfruta su logro y sabe que de un momento a otro se las encontrará de nuevo al darse a conocer el calendario de competencias de la United World Wrestling interrumpido por el coronavirus, que comenzará en dos meses, de cara al último clasificatorio rumbo a Tokio con el Mundial que se aplazó para abril de 2021 en Bulgaria.