Riad. Arabia Saudita advirtió ayer que si se determina que el ataque de la semana pasada contra sus instalaciones petroleras fue lanzado desde territorio iraní lo considerará un acto de guerra, al tiempo que la república islámica aseveró que la presencia de fuerzas extranjeras en el Pérsico aumenta la inseguridad en la región.

Consideramos responsable a Irán porque los misiles y los drones que atacaron fueron construidos y distribuidos por Teherán, pero en caso de lanzar un ataque desde su territorio, eso nos coloca en una categoría diferente; eso sería considerado un acto de guerra. Los iraníes tienen que saber que habrá consecuencias por sus acciones, declaró el canciller saudita, Adel al Jubeir, a la cadena CNN.

Los ataques del 14 de septiembre a las instalaciones petroleras sauditas de Abqaiq y Khurais disminuyeron la producción petrolera del reino a la mitad, incidiendo en 6 por ciento del suministro de oro negro mundial. El ataque fue reivindicado por rebeldes hutíes de Yemen, en represalia a las ofensivas de la coalición liderada por Riad, que apoya al gobierno de Abdo Rabu Mansur Hadi.

El presidente de Irán, Hassan Rouhani, aseguró que la presencia de fuerzas extranjeras en el golfo Pérsico aumenta la peligrosidad y anunció que esta semana presentará en la Organización de Naciones Unidas (ONU) un plan de cooperación regional de seguridad para esta zona, clave en el suministro mundial de petróleo.

“Este año vamos a Nueva York con dos lemas: ‘Una coalición por la esperanza’ y la ‘Iniciativa de paz de Ormuz’. Vamos a proponer un plan en Naciones Unidas que se basa en el hecho de que Irán, con la ayuda de los países de la región, puede garantizar la seguridad en el Pérsico y en el estrecho de Ormuz”, sostuvo Rouhani en un discurso difundido por su oficina.

El mandatario explicó que la lógica del plan se basa en la autoseguridad porque la presencia de fuerzas extranjeras en esta región puede causar problemas.

Estados Unidos lidera una coalición marítima que incluye a Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Bahrein, Gran Bretaña y Australia, para asegurar las rutas comerciales de petróleo en la zona.

En tanto, Estados Unidos negó la visa a la delegación iraní para viajar a la Asamblea General de la ONU en Nueva York entre el 24 y el 30 de este mes.

El rechazo de visados a la delegación del presidente, algunos vicejefes de la Administración y un grupo de periodistas viola los compromisos diplomáticos asumidos por el gobierno de Estados Unidos como miembro de la ONU, declaró Parviz Esmaeili, jefe de comunicación de la oficina de Rouhani.

El miércoles pasado los medios iraníes informaron de que Rouhani y el canciller, Mohamad Javad Zarif, podrían perderse la Asamblea General de la ONU por problemas de visado, pero el viernes se anunció que Estados Unidos expidió las visas para ambos funcionarios.