Una palabra
Aristóteles Nikolaídis
La vez primera la encontré en Homero
y desde entonces durante años en los textos
la buscaba. Algunas veces asomaba
disfrazada en abandonados cronistas
o se ahogaba hundida en palabras
compuestas.
En lejanos dialectos del griego
la volví a encontrar con el sentido un poco
alterado
y en laboratorios de química transformada
en términos
científicos: bárbaros labios la murmuran
con acentos varios.
¡Ah sí, no murió
sino que viajando a través de los siglos,
enraizada
en la profunda boca del Poeta se conservó
con inesperadas ramas y hojas y flores ocultas
una palabra que pronunciaron quizás
–por vez primera– los labios de Apolo! |
Aristóteles Nikolaídis (1922), originario de Mitilene (Lesbos), se graduó como médico en la Universidad de Atenas en 1948. Durante la ocupación alemana de Grecia (1941-1944) formó parte de la Resistencia como miembro del Frente Nacional de Liberación y, en la insurrección comunista de diciembre de 1944, participó en la guerrilla, hasta que fue detenido por el ejército británico y encarcelado durante cuatro meses. Como psiquiatra prestó sus servicios en varias clínicas y hospitales de Atenas, París, en algunas ciudades de Estados Unidos y, finalmente, Génova y de nuevo Atenas. Es autor de varias novelas y cuentos –algunos de ellos traducidos al francés y alemán–, de diez libros de poesía y traductor de T. S. Eliot al griego. Sus poemas han sido traducidos al inglés, francés, alemán, sueco y húngaro.
Véase La Jornada Semanal, núm. 891, 1/IV/2012
Versión de Francisco Torres Córdova
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