Enrique Florescano busca con su nuevo libro fomentar la consolidación de una identidad
Si una persona no conoce su origen, no tendrá buen piso para asentarse en su presente y pensar mejor el pasado
, dijo
Dio a conocer Historia general de Córdoba y su región, editado por la UV
Científicos forenses reconstruyen el rostro del líder del reinado del terror
a partir de una máscara mortuoria
Padecía sarcoidosis, enfermedad que ataca a los pulmones, hígado y páncreas, sostienen
Entre las 46 obras que se exhiben en el museo se imponen dos cuadros de El Greco
Esta muestra de piezas italianas, flamencas y españolas, es de una calidad que hasta supera puestas en escena en otros museos
, afirma Carmen Gaitán, directora del recinto
Con El árbol de la vida, el autor chileno concluye su trilogía literaria
Inventó su propia leyenda inspirado en la tradición de mitos que hay en México, explicó
La vida que tenemos no nos basta para hacer lo que quisiéramos con ella. Unas veces la sentimos vertiginosa, otras lenta, o muy corta. Altibajos. Prisa por vivir. Esto es lo que se percibe en esta novela, escrita por una mujer, pero narrada en primera persona masculina.
Más que una novela sobre cuatro niñas, esta obra es un canto a la esperanza desde la vitalidad del presente, del ahora. Personajes que se oponen a las carencias y a un pasado inmodificable. Las cuatro hermanas de apellido March: Margaret, Josephine, Elizabeth y Amy esperan a un padre que se ha ido a la guerra, aguardan la Navidad, esperan no desde una postura cómoda o de holgazanería, sino de trabajos y esfuerzos. No hay límites en esta novela, todo es construcción abundante, apoyo mutuo. El desfallecimiento o el tedio encuentran rápido una salida con la ayuda de todas. Son sus cómplices. Hermanas para toda la vida. Mujercitas, Louisa May Alcott, Editorial Debolsillo, 760 pp.
Ir sentado y encerrado 14 horas en un avión parece insoportable, sobre todo si en el asiento de al lado notamos una presencia incómoda, la de alguien que en cualquier momento tratará de entablar una larga y aburrida sesión de preguntas y respuestas. Pero, ¿qué pasaría si en lugar de esto nos encontráramos con una persona que tiene anécdotas eróticas que contarnos? ¿Cederíamos a la incitación como parte de lograr esa fantasía sexual de hacer el amor a muchos kilómetros de altura? Esta novelita nos invita a tener otra percepción de los vuelos trasatlánticos, o por lo menos a tener algunos artificios para no aburrir al de al lado. Tatami, Alberto Olmos, Océano/ Hotel de las Letras, 103 pp.
El cuerpo es la materia, lo táctil. Pero en el erotismo y el deseo carnal intervienen elementos etéreos como los vapores sexuales que son excitantes hasta cierto punto, pues desnudan la intimidad de los participantes
. Sin ser un libro de recetas, este ensayo sobre el erotismo resalta la importancia de los sentidos como elementos indispensables para realzar la libido de manera sutil y precisa. Todo con el propósito de saber interpretar el lenguaje del nuestro organismo, para así poder encauzarlo hacia el placer de los implicados en tan satisfactorio acto. Rituales del deseo, Andrés de Luna, Ediciones B, 330 pp.