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Ricardo Martínez, un proceso creativo
En esta secuencia, proporcionada por la Fundación Ricardo Martínez, se aprecia con detalle el proceso creativo del pintor, su cuidadoso esbozo de los trazos iniciales que compondrán una de sus figuras, seguido de un trabajo de dibujo sobre la tela con un pincel plano cargado de pigmento negro. Se advierte la calidad de la textura homogénea con que satura el volumen y la separa del fondo, cuya superficie, aún en blanco, será cubierta más adelante por un tono rojo bermellón igualmente uniforme, sin que la simétrica composición adquiera profundidad, lo cual el artista logrará más adelante.
Una vez que han quedado cubiertos forma y fondo, el cuadro entra en la etapa final, en la que se añade la luz. En las tres últimas imágenes se puede apreciar un haz de luz triangular proveniente del centro superior del lienzo, que desciende sutilmente hasta el fondo y a su paso ilumina el rostro y el pecho de la figura, discurre por debajo de los brazos sin tocarlos y se extiende al abdomen e ilumina los muslos, los genitales y los pies de la figura. El fondo está trabajado con un tono de gris muy rebajado que atenúa el valor de fondo y lo equilibra con el tono de la figura.
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