En el último día del primer periodo de sesiones de la 61 Legislatura, cinco senadores –Dante Delgado, José Luis Lobato y Gabino Cué, del Partido Convergencia; Minerva Hernández, del PRD, y Carlos Lozano, del PRI– solicitaron licencia indefinida a sus cargos para dedicarse a hacer campañas electorales en búsqueda de las candidaturas de sus partidos a los gobiernos de Veracruz, Oaxaca, Tlaxcala y Aguascalientes.

El senador René Arce y los diputados Víctor Hugo Círigo y Laura Piña renunciaron a su militancia en el PRD con el argumento de que en el pasado congreso del partido se dejó de lado la posibilidad de alcanzar acuerdos políticos nacionales y no se discutieron temas torales para la vida del instituto político. Al respecto, el dirigente nacional del PRD, Jesús Ortega, aseguró que al partido se entra y se sale de manera voluntaria. Dijo respetar la razón de sus separaciones, pero sostuvo que no las comparte, pues en el congreso se trató de buscar la unidad. Parece que estuvieran esperando que en el congreso hubiera división. Arce informó que junto con Ruth Zavaleta y otros compañeros organiza la integración de una asociación política nacional, base para conformar luego un partido con tintes socialdemócratas.

En medio de la crisis económica mundial que desde principios de 2009 afectó considerablemente a México, cerca de un centenar de magistrados y jueces federales se quejaron –al menos en tres ocasiones– ante el Consejo de la Judicatura Federal (CJF) porque llevan cinco años consecutivos sin un aumento real a sus ingresos mensuales. Los magistrados de circuito perciben desde 2004 157 mil pesos netos al mes y los jueces de distrito ganan 138 mil. De acuerdo con altos funcionarios del Poder Judicial Federal (PJF) consultados ayer por La Jornada, el último escrito del grupo de juzgadores inconformes fue presentado al Consejo de la Judicatura en noviembre pasado, pero la respuesta de los consejeros fue que hasta el próximo año se estudiará la posibilidad de incrementar salarios.