El conjunto de iniciativas de reformas que envió el presidente Felipe Calderón al Senado de la República concitó el rechazo de los grupos parlamentarios de PRI, PRD, PT y Convergencia en la Cámara de Diputados, porque se trata de una regresión que resta atribuciones constitucionales al Congreso federal y fortalece al poder Ejecutivo.

A su vez, el dirigente nacional del PAN respaldó la propuesta presidencial, al argumentar que esto permitirá transitar hacia una democracia mas efectiva, obligará a una mayor rendición de cuentas y conferirá mas poder a los ciudadanos.

La visión del líder del PRD, Jesús Ortega, es que la propuesta es menor, incompleta y en algunos sentidos superficial.

La Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) calificó la iniciativa de una buena señal para impulsar una agenda económica cuyo avance se dé independientemente de intereses políticos. El presidente del organismo, Salomón Presburguer, destacó que la relección de alcaldes y legisladores permitirá una mejor rendición de cuentas.

La iniciativa fue recibida con frialdad por el coordinador priísta, Francisco Rojas, quien expuso que el primer problema que debemos atender es el económico. Hay una gran urgencia regulatoria de la economía. Es un análisis que deberá hacer que intervenga la sociedad en conjunto, porque son cuestiones que no pueden ser decididas ni a la carrera ni en un plazo tan breve, que no tengamos oportunidad de analizar junto con toda la sociedad las implicaciones políticas.

Por el contrario, Josefina Vázquez Mota (PAN) respaldó el compromiso, dijo, del Ejecutivo con el fortalecimiento ciudadano en las decisiones de la autoridad. La iniciativa tiene la certeza de fortalecer el poder de los ciudadanos, para elegir y en todo caso refrendar en sus posiciones o despedir a legisladores federales, locales, alcaldes y a jefes delegacionales (...) tendrá que haber un reconocimiento más amplio al poder del ciudadano.

A revisión la rendición de cuentas

Para Emilio Chuayfett (PRI) resulta incipiente el control del poder en México, y por tal razón debe revisarse todo el sistema de rendición de cuentas, de abatimiento de la corrupción y de establecer reglas para que la democracia participativa tenga un mayor valor en México.

El referendo, la iniciativa popular... hay muchísimos otros temas de los que seguramente se producirán iniciativas por parte de los grupos o de los diputados que tenemos ese derecho, y que seguramente enriquecerán la agenda. Por eso se tienen que volver a examinar estas iniciativas y emitir un nuevo dictamen, afirmó.

En tanto, en San Lázaro Alejandro Encinas, coordinador del PRD, destacó que la propuesta no es una reforma política, porque no hay un cambio serio al régimen político o al Estado. No basta con otorgar el derecho de iniciativa ciudadana, cuando quedan pendientes por definir el plebiscito, el referendo, la revocación de mandato y la rendición de cuentas, que junto con la iniciativa popular permiten ejercer la democracia directa.

A su vez, frente a las criticas del PRI sobre la prioridad de reformas económicas, el dirigente panista señaló que es cierto que hay otras reformas necesarias para el país. Ojalá cuando llegue el turno de discutirlas no encuentren algún pretexto para no hacerlo.

En el PRD, Jesús Ortega puntualizó que la propuesta del Ejecutivo tiene elementos positivos, pero otros podrían llevar a la construcción de un sistema bipartidista conservador. Entre estos últimos enumeró la segunda vuelta presidencial y el incremento a 4 por ciento de la votación para que los partidos conserven su registro.

Dirigentes campesinos consideraron que la relección de legisladores y de alcaldes es inaceptable, y sostuvieron que hay temas como la inseguridad pública, la crisis económica, la violación a los derechos humanos y la presencia del virus de la influenza H1N1, que exigen mayor atención antes de esa propuesta.