Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 16 de marzo de 2008 Num: 680

Portada

Presentación

Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA

La música en el aire
JOAQUÍN BORGES TRIANA

De la dramaturgia al teatro
ESTHER SUÁREZ DURÁN

La danza y los bailarines
ISMAEL ALBELO

Una mirada al cine
ENRIQUE COLINA

La diversidad poética
ALEX FLEITES

El desánimo narrativo
ARTURO ARANGO

Arte cubano: mercado, mutación y diversidad
RAFAEL ACOSTA DE ARRIBA

Leer

Columnas:
Mujeres Insumisas
ANGÉLICA ABELLEYRA

Paso a Retirarme
ANA GARCÍA BERGUA

Bemol Sostenido
ALONSO ARREOLA

Cinexcusas
LUIS TOVAR

La Jornada Virtual
NAIEF YEHYA

A Lápiz
ENRIQUE LÓPEZ AGUILAR

Artes Visuales
GERMAINE GÓMEZ HARO

Cabezalcubo
JORGE MOCH


Directorio
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Luis Tovar
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Acinamiento en Guadalajara (I DE II)

Cuando estas palabras son reunidas con el propósito de conseguir que su emisor diga con ellas algo coherente, la vigesimotercera edición del Festival de Cine en Guadalajara supera apenas la mitad de su duración. Cuando el improbable lector ponga su amable mirada sobre estas líneas, habrá transcurrido un día completo de haberse sabido qué películas y cuáles realizadores obtuvieron uno o más de los numerosos premios otorgados por el festival, ya sean oficiales, no oficiales, de verdad importantes o de los otros, comenzando por el Mayahuel, pasando por el Fipresci e incluyendo al Guerrero de la Prensa, entre varios más.

Sin ánimo alguno de pretender que Uno vive en Delfos puede aventurarse que, en la sección oficial en competencia de largometraje de ficción iberoamericano, lo más relevante debió haber sido ganado por Tropa de élite, filme brasileño dirigido por José Padilha, mismo que con todos los merecimientos y sin que nadie haya rechistado, obtuvo el más reciente Oso de Oro en Berlín. Si a la lógica le da por no desviarse de su curso, tampoco habrá implicado un ejercicio desmedido de pitonismo en el hecho de afirmar que, en la sección oficial en competencia de largometraje de ficción mexicano, la mayor cantidad de aplausos y su materialización trofeica debe haber recaído en Lake Tahoe, el segundo largometraje dirigido por Fernando Eimbcke –el primero, como se sabe, es Temporada de patos– es decir, la otra cinta de procedencia latinoamericana que se alzó, como diría el clásico, con otro de los muy deseados galardones berlinescos. En la misma línea de osadía futurista, por lo que toca a la sección Largometraje mexicano documental, no debe suceder otra cosa distinta al triunfo incontestable de Los últimos héroes de la península, de J. M. Cravioto.

Será en otro momento cuando este espacio contenga lo mucho que puede decirse respecto de los dos primeros filmes referidos, así como de lo que a final de cuentas haya sucedido en una Guadalajara definitivamente acinada; por ahora se pone en ring side de un cuadrilátero ubicado en otros pagos.

EN ESTA ESQUINA…


Miguel Canto Foto: yucatan.com.mx

Tras leer un artículo que Beatriz Pereyra había publicado en la revista Proceso, Cravioto decidió que haría un documental sobre el mismo tema, para lo cual aprovechó la feliz circunstancia de que el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos recién había extendido su programa de óperas primas al género documental; presentó su proyecto a concurso y lo ganó. Además, previamente obtuvo el apoyo del programa Morelia Lab.

Con siete cortometrajes como experiencia previa, varios de los cuales han obtenido premios y reconocimientos aquí y allá, Cravioto coguionó con Pereyra y fue coproductor con Érika Ávila y Ernesto Contreras –el director de Párpados azules –, y se puso al frente de este documental, cuya irreprochable factura, entre muchos otros méritos, lo pone al nivel del trabajo de Everardo González Los ladrones viejos, otro excelente documental mexicano de reciente factura.

Los últimos héroes de la península se refiere a los cinco campeones boxísticos nacidos en Yucatán, entre los cuales Muchagente debe recordar sobre todo a Miguel Canto, apodado el Maestro, así como a Guty Espadas, dos de los mejores pugilistas de las categorías menores, no sólo de Yucatán y no sólo de México –como bien afirma a cuadro quien fuera mánager de ambos–, sino de todo el mundo y de todos los tiempos.

Una investigación exhaustiva; una labor periodística sin fisuras ni omisiones, de la cual emanó un guión bien hecho; un levantamiento de imágenes que sirvió para mucho más que simplemente poner a cuadro cierta cantidad de rostros parlantes que hablasen del tema; un trabajo de postproducción que realza el valor de un material por sí mismo valioso, sobre todo gracias a la musicalización y la edición, no podían menos que redundar en un documental como se ven pocos, capaz de interesar tanto a quien gusta del tema abordado como a quien todo lo desconoce acerca del mismo; además, claro está, de versar sobre un deporte que en México, siempre después del inefable futbol, es no sólo origen de pasiones, sino verdadera materia de cultura popular.

Intérpretes/ Cast: Miguel Canto, Juan Herrera, Gutty Espadas

Dice la leyenda que una vez existieron cinco campeones mundiales de box en una misma época, en una misma ciudad en la Península de Yucatán. Los llamaban “Los últimos guerreros mayas.” Una historia de coraje, amor, fortuna y muchos golpes.

(Coninuará)