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Germaine Gómez Haro
Arte latinoamericano en Nueva York
El arte latinoamericano está cada vez más presente en los circuitos comerciales y culturales en Estados Unidos. Las recientes subastas en Sotheby's y Christie's han arrojado verdaderas sorpresas en cuanto a ventas insospechadas, a pesar de la inestabilidad de los mercados bursátiles y la inminente recesión. Al parecer, varios museos están llevando a cabo un activo programa de adquisiciones, como es el caso del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA), donde actualmente se presenta la exhibición Nuevas perspectivas en el arte latinoamericano, 1930-2006. Selección de una década de adquisiciones, una impresionante muestra que reúne alrededor de doscientas obras entre pintura, escultura, dibujo, gráfica, fotografía y trabajos audiovisuales que han sido integradas a la colección del museo a lo largo de la última década.
El excelente guión museográfico tiene la virtud de proponer un diálogo visual entre las variopintas obras que conforman un panorama de los diversos estilos y movimientos que se han desarrollado en América Latina de la década de los treinta al presente, especialmente los derivados del constructivismo ruso y el neoplasticismo. Sin estar sujeto a un orden cronológico, el guión hace énfasis en las relaciones estilísticas y las analogías visuales de los trabajos, lo cual permite al espectador establecer lazos y concomitancias entre los procesos artísticos de algunos de los creadores latinoamericanos más relevantes del siglo xx . La obra más temprana es Construcción en blanco y negro, de Joaquín Torres García realizada en 1938, pieza representativa que revela el interés del uruguayo por evocar estructuras arquitectónicas a partir de formas geométricas simples sólo en apariencia, y que encierran toda una red de metáforas relacionadas con el mundo indígena precolombino, búsqueda que hace eco en otros artistas latinoamericanos a lo largo del siglo pasado.
Metaesquema, Helio Ointicica Foto: cortesía de MOMA |
La muestra está centrada en los trabajos asociados a los movimientos neoconstructivistas y cuenta con obras claves de figuras como Gyula Kosice, uno de los fundadores del Grupo Madí en Buenos Aires, pionero de la abstracción en esas latitudes; los brasileños Hélio Oiticica, Lygia Clark y Sérgio Camargo, los venezolanos Gerd Leufert, Alejandro Otero y Jesús Rafael Soto, entre otros. El curador de la colección latinoamericana de este museo, Luis Pérez Oramas, consigue presentar de manera magistral las conexiones entre los artistas precursores y los creadores contemporáneos cuyos lenguajes visuales se entreveran en el interés recurrente en temas que tienen que ver con la territorialidad, la fenomenología del tiempo o la identidad, como es el caso de Víctor Grippo (Argentina), Marco Maggi (Uruguay), Eugenio Dittborn (Chile), Los Carpinteros (Cuba), o los brasileños Cildo Meireles y Rivane Neuenschwander. Se percibe entre muchos de ellos la búsqueda de expresar sus tribulaciones filosóficas o denuncias sociales en lenguajes lúdicos de una gran frescura permeada de ironía y humor, en ocasiones ácido.
En contraposición a las teorías concretas, un nutrido grupo de artistas representa la abstracción orgánica y una poética de lo etéreo, como León Ferrari (Argentina), Mira Schendel (Brasil), Gego (Gertrude Goldschmidt, Venezuela), Ana Mendieta (Cuba), Ernesto Neto (Brasil). Los artistas mexicanos presentes en esta muestra son Gabriel Orozco, con tres fotografías documentales de su trabajo realizado entre 1992-93 y tres tintas sobre papel de 2000, una fascinante serie de cincuenta y cuatro serigrafías de Carlos Amorales fechada en 2005 y las impactantes fotografías de Enrique Metinides,
La colección de Arte Latinoamericano y del Caribe del moma , integrada por alrededor de 3 mil obras de los artistas más representativos del modernismo, expresionismo figurativo, abstraccionismo y los conceptualismos contemporáneos, es considerada la más importante a nivel mundial por la puntual y exquisita selección de los trabajos, labor iniciada desde la fundación de este museo en 1930 por su primer director, Alfred h. Barr, profundo conocedor y promotor de nuestro arte en Estados Unidos. Paralelo a la exposición, tuve la oportunidad de visitar el recién inaugurado recinto que alberga el acervo bibliográfico de este museo que cuenta con un impresionante corpus de unas 16 mil 500 publicaciones dedicadas a Latinoamérica, el Caribe y el arte latino en Estados Unidos. Asimismo, el museo se ha dado a la tarea de compilar, conservar y poner a la disposición de los investigadores un impresionante material reunido en sus archivos que contienen cartas de artistas, notas de los curadores, fotografías, entrevistas, grabaciones, de un gran valor histórico y documental. El acervo bibliográfico está digitalizado en su totalidad y se puede consultar en el sitio web www.moma.org/research/library.
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