Portada
Presentación
Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA
Caminando con Juan Gelman
MARCO ANTONIO CAMPOS
La contundencia emotiva de Louis Jolicur
SILVIA PRATT
La Silla del Moro
(FRAGMENTO)
La izquierda requiere unidad
FABIÁN MUÑOZ entrevista con ÁNGEL PARRA
Gabo de Aracataca
RICARDO BADA
Leer
Columnas:
Mujeres Insumisas
ANGÉLICA ABELLEYRA
Paso a Retirarme
ANA GARCÍA BERGUA
Bemol Sostenido
ALONSO ARREOLA
Cinexcusas
LUIS TOVAR
La Jornada Virtual
NAIEF YEHYA
Cabezalcubo
JORGE MOCH
Artes Visuales
GERMAINE GÓMEZ HARO
A Lápiz
ENRIQUE LÓPEZ AGUILAR
Directorio
Núm. anteriores
[email protected]
|
|
Germaine Gómez Haro
Museo de arte contemporáneo de Oaxaca,
quince años
Desde la década de los ochenta, la ciudad de Oaxaca comenzó a poblarse de galerías, museos y centros culturales que favorecieron el desarrollo de una atmósfera artística única en nuestro país. Entre ellos, el Museo de Arte Contemporáneo, mejor conocido como maco, fue inaugurado el 28 de febrero de 1992 por iniciativa del maestro Francisco Toledo y el entonces gobernador del estado, Heladio Ramírez. La inolvidable exposición inaugural reunió a los cinco pilares de la pintura oaxaqueña: Rufino Tamayo, Rodolfo Nieto, Francisco Gutiérrez, Rodolfo Morales y Francisco Toledo. A partir de entonces, la bella casona de cantera verde del siglo XVII ha albergado un sinfín de magníficas exhibiciones nacionales e internacionales, muchas de ellas ediciones únicas que han suscitado la envidia de los grandes museos capitalinos y regiomontanos. Y es importante resaltar este punto, ya que, desde sus inicios y hasta la fecha, el maco ha crecido –o mejor dicho, "sobrevivido"– a pesar de las dificultades y contra viento y marea, lidiando contra el desinterés y la apatía de las autoridades que no han logrado entender –y, lo peor, no entienden que no entienden– la relevancia de este museo que trasciende las fronteras estatales y forma parte de los principales centros neurálgicos del arte contemporáneo de nuestro país, con una importante proyección hacia el extranjero. A pesar de padecer una infraestructura muy endeble por su escaso financiamiento, el maco ha presentado artistas de renombre internacional como Mona Hatoum, Janet Mullarney, Francis Alys, Juan Hidalgo –recuerdo su obra controvertida que levantó tolvaneras en las "buenas conciencias" oaxaqueñas– Frances Turner, con sus imágenes aterradoras, muestras individuales de numerosos artistas oaxaqueños, entre ellos, la impresionante instalación de los migrantes de barro de Alejandro Santiago, y artistas mexicanos variopintos como Julio Galán, Magali Lara, Gilberto Aceves Navarro, entre muchos más.
Su actual directora, Femaría Abad, ha emprendido desde hace siete años una verdadera cruzada para llevar a cabo una agenda de exhibiciones que no sacrifica el nivel de calidad pese a todas las vicisitudes. Una guerrera dedicada de cuerpo y alma a este proyecto, Femaría ha imprimido al maco la huella de la diversidad y la pluralidad que son la marca inequívoca de nuestra contemporaneidad, convirtiendo al museo en un centro vivo, donde fluyen y confluyen todo tipo de propuestas, sin perder de vista en todos los casos el marco crítico y de reflexión en torno a la creación artística actual. El festejo de los quince años del maco consistió en una fiesta abierta a todo el público, en la cual circularon alrededor de 2 mil personas que disfrutamos la música tradicional, las tlayudas, el mezcal y un portentoso pastel divinamente kitsch, entre amigos que se habían dispersado –e inclusive, enemistado– durante los siete meses del conflicto en la ciudad. El plato principal de la fiesta fue la exposición Reflexiones sobre la xiii Bienal de Pintura Rufino Tamayo, donde se presentaron las veintinueve obras seleccionadas en esta última edición, acompañadas por las treinta y seis obras premiadas anteriormente, las cuales forman parte de la colección del museo, según lo estableció el propio Rufino Tamayo. Cabe mencionar que estas treinta y seis obras se encontraban dispersas hasta hace un tiempo en oficinas, bodegas e instituciones gubernamentales, lo cual significó una labor de rastreo y recuperación por parte de la directora del museo. Esta exposición nos ofreció la posibilidad de observar el panorama de cinco lustros de la Bienal y la ocasión propicia para realizar una reflexión en torno a la situación actual de este importante certamen. Para ello, Femaría Abad convocó a una mesa de trabajo para revisar la Bienal, para hacer un diagnóstico de su desarrollo y devenir y proponer estrategias para una posible y necesaria revitalización en el contexto del arte actual. Los participantes en estas sesiones, que se llevaron a cabo durante dos días, fueron invitados teniendo en cuenta principalmente la diversidad: los artistas Irma Palacios, Beatriz Ezban, Marco Arce, José Villalobos, Luis Zárate, Jesús Lugo, los curadores e investigadores Juan Carlos Pereda, Jorge Reynoso, Carlos Ashida, Guillermo Santamarina, Luis Rius, Patrick Charpenel, Ana Elena Mallet, Ingrid Suckaer, Jorge Contreras, Alfredo Cruz, y quien esto escribe.
El maco es, en definitiva, uno de los centros de arte contemporáneo más sólidos y propositivos de nuestro país, ubicado estratégicamente en la ciudad de mayor repercusión turística y cultural. Es de esperar que se le otorguen todos los apoyos necesarios para que estos quince años sean apenas el comienzo de una larga vida que seguirá aportando incontables frutos a nuestro medio cultural.
|