Partidos políticos impopulares
La cumbre tectónica de los BRICS: la marca indeleble del petróleo y el gas
El ejército de terracota en China
Tal vez un día
Continúa la siesta taurina y todos tranquilos // Zacatecas: proteger mascotas,sí; seres humanos, a veces
añana se cumplen 60 años de un parteaguas en la historia de Estados Unidos y de las luchas contra la opresión. El 28 de agosto de 1963, un cuarto de millón de seres humanos se congregaron en Washington D.C. para exigir el fin de la desigualdad racial y para escuchar al líder moral y espiritual del movimiento por los derechos civiles de los afroestadunidenses, el reverendo Martin Luther King Jr. Fue aquel día cuando, delante del monumento a Abraham Lincoln, pronunció el discurso que lo inmortalizó: A pesar de las dificultades del momento, yo aún tengo un sueño
, dijo, “sueño que un día esta nación se levantará y vivirá el verdadero significado de su credo: ‘Afirmamos que estas verdades son evidentes: que todos los hombres son creados iguales’”.
Arte poética de Álvaro Mutis
n día que Álvaro Mutis almorzaba en un restaurante del hotel Presidente de México encontró en la carta un postre que se llamaba la nieve del almirante. Pensé que eso era pura poesía y que algún día tendría que usarlo
. Ese día llegó en 1986, cuando publicó una novela con ese título, en recuerdo de su amistad con Ernesto Volkening. La obra cierra con el monólogo de Macqroll el Gaviero, una letanía de incitaciones luminosas en las que acaso se cifra su arte poética:
ás allá y más acá de la naturaleza de esta guerra, no sólo declarada, sino indeclarable, estudiada por juristas de la talla de José Ramón Cossío, la tormenta parece no tener fin. No es posible fechar cuándo comenzó la tragedia, pero hoy se nos informa que son centenares de jóvenes mexicanos quienes, por diversas razones, han sido y siguen siendo reclutados a las filas de crimen organizado. Tampoco es posible ahora hacer un diagnóstico de la magnitud y los alcances de la desgracia; de hecho, tenemos que rendirnos a la evidencia difusa y confusa, pero evidencia al fin: son muchas las decenas de jóvenes quienes han sufrido los embates de esta violencia brutal. Vidas malogradas que terminan con esperanzas e ilusiones personales y familiares, sin que haya algún sendero. Lo mismo debemos reconocer lo que ocurre en el territorio, donde se libran todas las batallas sin miramiento alguno para hogares y construcciones civiles.
l 13 de diciembre de 1916 comenzó la discusión del artículo 3º de la Constitución. Por su importancia, fue la única vez que asistió a las sesiones el Primer Jefe Venustiano Carranza. Múgica, presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, inició su alocución subrayando que la educación era el tema más importante, pues de él dependía el futuro de la patria. Hizo alarde de su anticlericalismo. Consideraba al clero el más funesto y el más perverso enemigo de la patria.
Y añadió: ¿Vamos a recomendar al clero la formación de nuestro porvenir, le vamos a entregar a nuestros hijos, a nuestros hermanos, a los hijos de nuestros hermanos, para que los eduquen en sus principios? Yo creo francamente que no, porque haríamos en ese caso una labor antipatriótica
.
uchas de las revoluciones son traicionadas por sus propios líderes, pero el caso de Nicaragua resulta especialmente triste y vergonzoso. En 2018, a 40 años del triunfo sandinista, vuelve la represión sangrienta por el régimen orteguista, que no sandinista, y dio comienzo a una sistemática persecución, de cualquier tipo de oposición o disidencia.
n la lucha sindical, tenemos claro el objetivo principal de que, además de ser el vital, es el que marca la diferencia entre la justicia y la injusticia de la jornada laboral neoliberal. El salario, o sueldo por jornada, tiene que ser una prioridad, incluso para los dueños de las empresas. Los ferrocarrileros y militantes sindicales de otros gremios lo han tenido como la meta esencial.
n el municipio de Tlalnepantla, estado de México, se encuentra el Museo Hacienda Santa Mónica, una de las pocas construcciones virreinales al norte de la Ciudad de México.
omencé a leer los libros de Elena Garro después de haberla conocido, si así puedo hablar de nuestros primeros encuentros. No deja de ser una experiencia cada vez distinta, sorprendente y conocida leer la prosa o los versos de alguien con quien se han vivido horas, días y noches. A veces, uno cree conocer al autor y le resulta un absoluto desconocido. En ocasiones, asoma la sonrisa de la complicidad cuando se descubren, entre las líneas que se leen, rasgos, gestos, vivencias del autor. En el caso muy particular de Elena, leerla fue vivir lo ya vivido como si estuviera viviéndolo. Era escuchar su voz narrándome sus aventuras, su pasado, como si todo lo que me contaba estuviera pasando mientras las palabras salían de su boca, envolviéndome de nuevo, ahora con su escritura como antes con su voz, metiéndome en su narración, aprisionándome, obligándome a vivir lo nunca vivido como algo ya vivido. Fuera del tiempo, lejos de horarios dictados por manecillas con lógica de contadores y burócratas, convertida en un personaje inventado y manipulado por ella, transformada en la narradora de recuerdos olvidados por el futuro. Huyendo, como ella, del pasado y del porvenir, tratando de salvarse en la movediza tabla del presente que desaparece al mismo tiempo que llega cuando está por llegar. Leerla, pues, era quedar atrapada en la lógica incontestable de la locura, la de Elena Garro.
Museo del Estanquillo