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Despertar en la IV República

Partidos políticos impopulares

L

os partidos políticos en México sufren gran desprestigio. Según Latinobarómetro 2023, 62 por ciento de los encuestados piensan que los partidos no funcionan bien, e incluso 58 por ciento opinan que no son indispensables para el funcionamiento de la democracia mexicana. Sumado a este estudio latinoamericano, la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental 2021 mostró que los partidos son las instituciones en las que los mexicanos tienen mayor desconfianza. Esta impopularidad se refleja en el número de personas que militan actualmente en las instituciones partidistas. De un padrón electoral de 98 millones de ciudadanos, solamente 6 millones están afiliados a uno de los siete partidos con registro (Morena, PRI, PRD, PAN, PT, PVEM y MC), es decir, únicamente 6 por ciento.

Una de las razones por las cuales los partidos son muy impopulares corresponde a las grandes cantidades de dinero que reciben y no reflejan en beneficio de la ciudadanía. Por ejemplo, para 2024, año de elecciones en todo el país, tendrán poco más de 10 mil millones de pesos para gastos ordinarios y campañas políticas. Otra situación es el popularmente conocido chapulineo de los integrantes de los partidos, que les resta credibilidad al momento de fijar posturas políticas.

En la lucha democrática, los partidos son un instrumento indispensable. Politólogos como Giovanni Sartori afirman que son esenciales para el funcionamiento de las democracias representativas. Sin ellos, según este autor, sería difícil para los ciudadanos ejercer control sobre las decisiones políticas, además de la imposibilidad de agregar y articular intereses en común. Por ello, existe la necesidad de su revitalización, evitando la burocratización, rindiendo cuentas claras y un trabajo real en favor de la población, lo cual permitirá que estas organizaciones sean apreciadas y así exista interés legítimo en formar parte de ellas como verdaderos instrumentos de cambio social. Sin embargo, no podemos hablar de revitalización si los partidos se niegan a una rendición de cuentas detallada y continúan disponiendo de grandes cantidades de dinero. Su falta de transparencia en el gasto de los recursos que reciben y la ausencia de ideologías claras hacen pensar que quizá en un futuro próximo agrupaciones temporales y candidatos independientes, pero muy carismáticos, puedan sustituir a los partidos.

Colaboró: Mario A Domínguez