Domingo 2 de agosto de 2020, p. a11
Ha pasado un mes del nocaut que propinó el oaxaqueño Sergio Chirino en el regreso del boxeo a la Ciudad de México y aún vive sus efectos. El golpe seco y contundente que asestó contra Alan Piña para dejarlo desmadejado en la lona fue un suceso inesperado que quizá no hubiera sido tan notorio, admite el propio peleador, sin el contexto de la parálisis de actividades provocado por la pandemia de coronavirus.
La promotora Top Rank recién reconoció ese desenlace como uno de los nocauts del año. Lo que ocurrió esa noche de junio le gritó a muchos que había alguien llamado Sergio Chirino, que de otra forma tal vez no se hubieran enterado.
Ese día el mundo del boxeo me volteó a ver
, dice Chirino; el negocio está saturado y hoy más porque son pocas peleas y muchos buscando una oportunidad. En cierta forma este momento difícil de pandemia y encierro me favoreció, porque pude llamar la atención. En otras circunstancias quién sabe si hubiera sido así
.
Chirino es un joven de 26 años que había disputado 14 combates antes de ese nocaut. El 15 deja constancia que uno de los mayores promotores del boxeo en Estados Unidos, Bob Arum, sabe que el peleador oaxaqueño puede ser una garantía de espectáculo.
Me han dicho que la gente quedó muy contenta y ya surgió una posibilidad de regresar en octubre
, cuenta Chirino.
En estos tiempos esa posibilidad es un privilegio y una necesidad apremiante
, admite Chirino, pues aun cuando la paga que recibió fue buena, después de restar los porcentajes al equipo del boxeador, lo que queda ya no resulta tan abundante.
Afortunadamente en Oaxaca tengo patrocinadores y están contentos
, confía el peleador; pero los pugilistas vivimos al día y con eso que gané no llego hasta la siguiente de octubre, si se concreta
.