Mientras Estados Unidos anunció esta semana el reforzamiento de medidas para impedir el ingreso de migrantes, México prácticamente barrió con los alojados en las estaciones del Instituto Nacional de Migración (INM), lo cual deja a las personas en tránsito como uno de los grupos más vulnerables frente a la emergencia por Covid-19 y, por tanto, como focos de propagación de la enfermedad, advirtieron especialistas.

Las agencias de protección fronteriza del vecino país presentan las deportaciones como medida de protección de salud de los estadunidenses y presumen los recientes vuelos directos a la Ciudad de México, operados en coordinación con su país socio. Migrante ilegal, el viaje no vale tu vida. Quédate en casa, mantente a salvo, convocó esta semana el director de la agencia de aduanas y protección fronteriza, Mark Morgan.

También difundió imágenes de la construcción de un tramo del muro fronterizo en Arizona y agradeció al presidente Donald Trump por el avance de 187 millas de la valla, así como de otras acciones para mitigar las amenazas a la salud pública.

En México, con la epidemia en ascenso, el INM continuó en marzo los operativos de control migratorio. En enero, el organismo dependiente de la Secretaría de Gobernación presentó ante la autoridad a 13 mil 681 migrantes; en febrero, a 8 mil 344, y en marzo, mes en el que se declaró la emergencia sanitaria, 8 mil 589; esto es, 30 mil 614 casos en el primer trimestre del año.

A su vez, Estados Unidos deportó, en ese mismo lapso, a 57 mil 475 mexicanos. Apenas el viernes el gobierno federal informó de la repatriación, por avión a la capital del país, de casi 200 connacionales.

Aún no se difunden las cifras oficiales de abril y lo que va de mayo, pero durante ese periodo el INM debió desalojar a poco menos de 4 mil personas que se hallaban en sus 65 estaciones. La acción fue por órdenes de jueces, como medida de protección sanitaria.

En ese contexto, El Colegio de la Frontera Norte (Colef) convocó a especialistas para analizar el primer impacto a la migración México-Estados Unidos por el Covid-19.

Óscar Misael Hernández, profesor-investigador del Colef, alertó que en la frontera norte no sólo hay mexicanos (repatriados o que intentan cruzar la franja), sino también centroamericanos y de otros países, incluidos miles de solicitantes de asilo a Estados Unidos enviados a México a esperar cita en las cortes migratorias.

Todos ellos están asentados temporalmente en la zona en condiciones de hacinamiento y precariedad, advirtió, lo cual incrementa las posibilidades de contagio de coronavirus, en medio de servicios de salud limitados para nacionales y extranjeros, así como de medidas en albergues que impiden la salida o ingreso de más personas.

El investigador señaló que una recomendación general, retomada de la Red de las Naciones Unidas sobre la Migración, es que los migrantes sean considerados por las autoridades tanto víctimas en potencia por el contagio de Covid-19 como parte integrante de medidas de prevención en materia de salud pública, es decir, que sean incluidos en los esfuerzos por mitigar y hacer retroceder los efectos de esta enfermedad.