Nosotros no hemos pedido un tren, y mucho menos que sea maya
Domingo 24 de mayo de 2020, p. 9
La Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch’ Xíinbal expresó su rechazo al Tren Maya y aseguró que detrás de los megaproyectos está el despojo
de tierras.
En un pronunciamiento indicó que la decisión para construir esta obra fue “tomada de arriba para los de abajo –como siempre se ha hecho– porque nosotros en los pueblos y comunidades no hemos solicitado la construcción de un tren, y mucho menos que sea maya”.
Expone que en muchas ocasiones les han prometido desarrollo y empleo para que accedan a la construcción de obras en sus territorios, pero sólo han creado afectaciones ambientales.
“En los últimos años hemos visto con mucha preocupación que a nuestros pueblos y ejidos llega gente extraña ofreciendo dinero a cambio de cederles nuestras tierras para el desarrollo de grandes proyectos eólicos y fotovoltaicos, o bien para la construcción de granjas porcícolas para alimentar a miles de cerdos de exportación.
Vienen a ofrecernos que mediante estos proyectos vamos a tener empleo, que nos pagarán bien por la renta o venta de las tierras, pero la realidad es que lo único que han logrado es que en algunos pueblos haya división y enfrentamiento entre habitantes e incluso entre familiares
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En el escrito, signado por diversas agrupaciones nacionales y algunas extranjeras, como el Centro Comunitario U Kúuchil K Ch’i’ibalo’on, el Centro de Derechos Humanos de La Montaña Tlachinollan y el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, entre muchos otros, refieren que los grandes proyectos han traído deforestación de miles de hectáreas de selva, contaminación del agua de los cenotes, del aire y de la tierra. Su única visión es convertir en mercancía lo que para nosotros es sagrado
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El documento también está signado por activistas, catedráticos, articulistas, artistas y ambientalistas, como Silvia Ribeiro, Magdalena Gómez, Carlos Fazio, Javier Sicilia, Ofelia Medina y Francisco López Bárcenas.
Refiere que desde el inicio del actual sexenio “se anuncian grandes proyectos para ‘detonar el desarrollo’ del sureste mexicano, que históricamente ha estado abandonado. Dicen que, ahora sí, la suerte nos sonríe porque nos van a construir un tren y para que nos alegremos será maya, que ahora sí, no nos podemos quejar porque el desarrollo va a llegar y vamos a salir de pobres, que el Tren Maya es un acto de justicia social”. Asegura que seguiremos tomando acciones legales a escala nacional e internacional para detener su desarrollo (del Tren Maya)
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