EU: pronostican 200 mil muertes y millones de enfermos // Efectos en el comercio exterior y en las remesas // Las Afores deben regresar dinero
AMLO y los vacíos de poder // Aislamiento y asalto al timón // Adversarios, encarrerados
/ Aún así: cuidar la salud
La bolsa o la vida
Consejeros electorales y el Nintendo republicano // Cambio del color de gobierno // Quedémonos en casa
Viene lo más complicado // Repensar la economía
Oferta, Demanda y Coronavirus (1/2)
Peste y primavera
Crédulos y descreídos
Surge la Liga de Balompié, antítesis de la FMF
n momentos en que el número de infectados de coronavirus en Estados Unidos supera 121 mil y los decesos suman más de 2 mil, el presidente de ese país, Donald Trump, expresó ayer que su gobierno espera que en dos semanas se registre el máximo nivel en la tasa de letalidad de esta enfermedad –hacia el 12 de abril– y anunció la extensión de las medidas de contención de la pandemia hasta el último día de ese mes, aunque calificó de innecesario decretar la cuarentena en los estados de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut.
Piden cadena nacional para el reporte diario sobre el Covid-19
nte la gravedad del avance de la pandemia del coronavirus emergente, que se encuentra en un momento en el cual la propagación puede alcanzar a cientos de miles de personas y hacer colapsar el sistema de salud nacional, es necesario implantar una política de comunicación para que las conferencias de prensa sobre Covid-19, de la Secretaría de Salud (Ssa), encabezadas por el subsecretario Hugo López-Gatell, se transmitan en cadena nacional para que la política de Quédate en Casa sea reforzada.
stamos en medio de la tormenta. Más de 600 mil casos de Covid-19 a escala mundial, la economía global con un pie en una profunda recesión –igual o peor a la de 2009, de acuerdo con lo dicho por el FMI–, ciudadanos aislados por supervivencia y cientos de miles de nuevos casos de infectados todos los días. De China, el foco rojo se ha trasladado a Italia y a Estados Unidos. La velocidad de la pandemia en un mundo interconectado es simplemente inédita. En 1918 la gripe española
que asoló a una Europa ya devastada por la guerra, aprovechó la vuelta a casa de millones de soldados para propagarse; un siglo más tarde, no se necesitó volver del frente de batalla para que la enfermedad se propagara.
arios intelectuales de alcance internacional han opinado sobre este tiempo del coronavirus, entre otros Slavoj Žižek, Byung-Chul Han, Giorgio Agamben, Noam Chomsky y Roberto Espósito, y sobre la sociedad en que viviremos tras la pandemia. He aquí algunas de sus reflexiones sobre lo que ocurre en el sistema económico, político y social, y qué futuro nos aguarda cuando la cuarentena mundial termine.
a pandemia cambió intempestivamente nuestra vidas; aquí en México y en medio mundo. Es una realidad dañina y, para evitar su propagación, se paraliza todo; se detienen las actividades cotidianas, la economía de los países, la educación de niños y de jóvenes, los negocios, la producción, el comercio. Algunos, quizá, superada la crisis, podrán retomar su vida habitual y muchos recuperarán lo que perdieron o lo que dejaron de ganar; pero otros muchos, los más, difícilmente podrán hacerlo. Ahora, la pandemia exige nuestro cuidado personal y nuestra solidaridad, pero también exigirá un gran esfuerzo posterior, encaminado a paliar los efectos en los más pobres, tendremos que recordar entonces los principios básicos de la justicia social.
s tan obvio que no lo vemos. Lo humano hace tiempo que agoniza. La pandemia no ha sacado lo mejor de nosotros, más bien deja al descubierto las miserias de un individualismo que carcome los cimientos de cualquier especie social: la cooperación para el bien común y en el caso del Homo sapiens sapiens, para una vida digna. Cuando la muerte deviene razón política para mantener cohesionada a la población, no es el Covid-19 el objetivo, son sus portadores. La realidad no da motivo para el optimismo. Los mensajes del poder político son claros: si alguien tiene que sobrevivir no son las personas, es el sistema. Al virus no le afectan las distinciones sociales, aunque es la estructura de clases la que se impone. Los más vulnerables, los desprotegidos, los condenados de tierra, son los primeros en caer. Hoy, los médicos, a su pesar, se ven obligados a decidir ante la falta de respiradores artificiales, en España e Italia, quiénes tienen derecho a ser intubados y, por ende, más opciones de salir adelante. Nuestras sociedades, preocupadas por impedir la eutanasia, ahora, practican la eugenesia.
l martes pasado fue un día negro para la aviación mexicana. En el aeropuerto de la ciudad de México se cancelaron unos 200 vuelos. La causa: falta de pasajeros por el coronavirus y el cierre de fronteras que decretaron varios países para protegerse de la pandemia. Las mayores fueron de Aeroméxico (94), Interjet (85) y Volaris (14). Aunque menores, también las hubo de aerolíneas de Estados Unidos.
oy es ya claramente manifiesta la disyuntiva que representa la infección por el virus en la conducción política de muchas sociedades. El equilibrio es muy precario entre las exigencias sanitarias para contener el muy rápido avance del contagio y las necesidades de una extensa población con poca o ninguna capacidad de guardarse en casa.
odemos pensar la pandemia? No lo parece. Efecto quizá de la avidez por interpretaciones, pronósticos y acusaciones en las redes y los medios, en esta temporada única y trascendental mejor volteamos a escuchar a los filósofos y pensadores. No que no fuera chic citar a Slavoj Zizek, Giorgio Agamben o Naomi Klein, pero en estos días de incertidumbre es de gente como ellos, que trabajan con la incertidumbre, de quienes esperamos lucidez. O la nueva estrella, Byung-Chul Han. Aunque de momento ayudan más los neumólogos y los epidemiólogos, y nadie quiere saber de los políticos, al parecer volvemos a quienes piensan el futuro (los Hegel, Marx, Nietzsche), que había cedido paso al escepticismo crítico moderno, la dialéctica negativa, el análisis del pasado inmediato, avivado por los desastres filosóficos del nazismo y el estalinismo (sin olvidar el confucianismo de Mao y una suerte de sensatez existencialista).