No es imperativo que le informen de todos los operativos, señala el Presidente
Jueves 24 de octubre de 2019, p. 6
A pesar del desenlace en Culiacán, Sinaloa, hay confianza en la nueva estrategia gubernamental para enfrentar la inseguridad y la violencia, sostuvo ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador. Señaló que existen más peticiones de extradición de líderes de la delincuencia organizada y reiteró que al establecer lineamientos generales de operación no es imperativo que le informen todos los casos.
Sí hay diferencias, es un cambio de paradigma. No es la guerra, es enfrentar el problema de la inseguridad y la violencia de otra forma. A esto le llaman cobardía, falta de pantalones, de carácter, humillación. Acepto todo, prefiero esto. Quiero tener mi conciencia tranquila, dormir en paz y no poner en riesgo la vida de los mexicanos.
Anunció que se presentará un informe cronológico del operativo en Culiacán detallando momentos clave, como la reunión del gabinete de seguridad, cuándo se informa al Presidente; cuándo se considera que regresó la normalidad y empieza a tranquilizarse. La verdad, fue poco tiempo, fue muy intenso, mucho muy intenso en poco tiempo, por eso vamos a esperarnos al informe
.
–¿Fue detenido y liberado Ovidio Guzmán?
–No, no tengo información sobre eso, no me dieron información sobre eso.
Yo lo que supe es que había este operativo ya cuando estaba en marcha. Y ya me informaron en la circunstancia en que se estaban dando.
–¿Se cumplió el plazo de seis meses que usted estableció para reducir la inseguridad? Los hechos violentos en Michoacán, Guerrero y Culiacán dirían lo contrario.
–Pues vamos bien en general. Hay un cambio de estrategia y esto lleva algún tiempo, como es natural, pero estamos avanzando en lo que consideramos fundamental para garantizar la paz y la tranquilidad. ¿Qué es lo que consideramos fundamental? Que haya bienestar. (…)Para la mentalidad autoritaria, que todo lo quiere resolver con la fuerza, es nada, no funciona. Nosotros consideramos que sí.
Al referirse al elevado número de homicidios reportados oficialmente (25 mil 890), López Obrador lo atribuyó a la herencia de pasadas administraciones que dejaron una tendencia creciente.
Por la política equivocada que se impuso desde 2006 y una tendencia al alza en delitos, sobre todo en homicidios, que no se puede bajar de la noche a la mañana.
Aludió a los índices de percepción ciudadana acerca de la inseguridad como argumento de su explicación sobre el rumbo de la política en esa materia: en marzo de 2018 se alcanzó 76.8 por ciento; en diciembre, cuando comenzó su gobierno, estaba en 73.7 por ciento y en septiembre de este año en 71.3 por ciento.
Contrastó las estrategias con las cifras de letalidad en los enfrentamientos registrados en los sexenios recientes con el actual: en 2011 alcanzaron mil 411 civiles fallecidos mientras que este año la cifra se encuentra en 123. Prefiero esto
, reducir la violencia y la letalidad. En contraste hubo 160 heridos en aquel año y en este se reportan 34, en tanto que entre 2007 y 2009 murieron 160 militares y marinos.
Hay otros delitos cuya incidencia se ha reducido sustancialmente, como el robo de vehículos: en enero de 2018 se alcanzó el máximo histórico con 15 mil 980 y en septiembre de este año 11 mil 143. Estas cifras, manifestó, pueden ser corroboradas con las aseguradoras.
Al retomar el caso Culiacán y el uso de armas de alto poder, López Obrador aseveró que en breve el canciller Marcelo Ebrard informará sobre los avances en materia de control de ingreso de armas por la frontera norte, acordado a partir de la llamada telefónica que le hizo el presidente Donald Trump tras el operativo de Culiacán.
Refirió que 80 por ciento de las armas que ingresan ilegalmente al país provienen de Estados Unidos y de esta proporción la mitad lo hacen por Texas.
–¿Va a colaborar Estados Unidos?
–Sí, es un acuerdo conjunto de control de armas, lo que ya es dominio público y lo que se vio en Culiacán.
Ironizó con las posturas que apostaban, incluso, por atrincherarse para continuar con el operativo: “‘Yo me hubiese atrincherado’, dicen. Imagínense qué mentalidad. Mando pedir más refuerzos y que siga el enfrentamiento, que haya muertos, al final tenemos que ganar la guerra, sí, cueste lo que cueste. La verdad mostraron el cobre con sus afanes autoritarios”.