Foxborough. Antonio Brown sugirió que se retira de la NFL. El receptor, dado de baja esta semana por los Patriotas de Nueva Inglaterra, recurrió a Twitter el domingo para manifestar su descontento.

No estaré jugando más en la NFL, sentenció Brown, justo un día después de haber sido cortado por Nueva Inglaterra, y aprovechó a través de sus redes sociales para criticar también a los dirigentes de los equipos, quienes en cualquier momento pueden cancelar contratos, como ocurrió en su caso, al ser investigado por agresiones sexuales.

Entre ellas está el dueño de los Pats, Robert Kraft, arrestado luego de que supuestamente acudió a una sala de masajes en Florida, vinculada con una organización dedicada a la prostitución y al tráfico de personas con fines de explotación sexual. Kraft no ha recibido castigo alguno por ese caso.

Diferentes reacciones para diferentes personas, claramente, escribió Brown.

Otro blanco de las críticas fue su ex compañero Ben Roethlisberger, mariscal de Pittsburgh, suspendido cuatro partidos tras ser acusado de agresión sexual en dos ocasiones.

Cuatro partidos para el Big Ben. Es una locura este mundo con el que yo he terminado, tuiteó Brown encima de una imagen de un artícu-lo periodístico sobre la investigación del quarterback de Acereros.

Brown, quien durante una década se mantuvo como uno de los receptores más productivos de la liga, fue cedido en canje por Pittsburgh, tras una serie de fricciones con Roethlisberger. Llegó a los Raiders de Oakland, que también lo dieron de baja tras sus desplantes.

Los Patriotas lo contrataron en cuanto Brown cortó su relación con Oakland. Días después, una mujer presentó en Florida una demanda civil en la que acusó a Brown de violarla. El receptor jugó un partido y fue dado de baja después de que los Pats se enteraron de que trató de intimidar a una segunda mujer que lo acusó de una conducta sexual indebida.

En su primer tuit dominical, Brown pareció sugerir que una disputa sobre un bono de nueve millones de dólares por firmar su contrato sería motivo de un recurso formal presentado por el sindicato.

Los Pats tratan de declarar nulo el contrato y retener el dinero, pese a que Brown disputó un partido después de que los actuales campeones estaban enterados de dos acusaciones distintas de conducta sexual indebida, una de las cuales mencionaba una violación, entre ellas la de su ex preparadora personal Britney Taylor.

Asimismo, Brown tenía 29 millones de dólares garantizados en el contrato con los Raiders, pero se enfrascó en disputas con el entrenador y el gerente general.

“Estos dueños pueden cancelar acuerdos y hacer lo que quieran en cualquier momento. Veremos si la @NFLPA (el sindicato) hace que rindan cuentas. Es triste que ellos simplemente puedan declarar nulas las garantías en cualquier momento... ¡Veremos si pagan!

Es triste que no respeten, a ver si pagan los 40 millones de dos meses, manifestó.