Lunes 23 de septiembre de 2019, p. 28
Comuneros de San Mateo Tlaltenango, en Cuajimalpa, pidieron al Gobierno de la Ciudad de México asumir la guarda y custodia del parque nacional Desierto de los Leones y no permitir que un grupo ajeno a la comunidad mantenga el control y usufructúe este espacio con el pretexto de brindar vigilancia.
Aseguraron que las invasiones y la inseguridad son dos de los principales problemas que enfrenta el parque, que cuenta con una superficie de mil 529 hectáreas, sin que ninguna autoridad intervenga, a pesar de la disposición del Tribunal Unitario Agrario (TUA).
Los pobladores explicaron que en febrero de 2006 dicho tribunal concedió a la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) la obligación de preservar la superficie del parque, incluido el acervo forestal, los mantos acuíferos y la fauna, así como gestionar los apoyos económicos para su mantenimiento y conservación.
La inconformidad de los comuneros de San Mateo Tlaltenango es que siendo los legítimos dueños del parque nacional no podemos hacer nada cuando tenemos invasiones de gente de fuera, asaltos a los visitantes y un grupo ajeno a la comunidad haciendo negocio
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Señalaron que la Sedema es la que tiene la guarda y custodia, pero “brilla por su ausencia, cuando debería estar resolviendo los problemas, sobre todo el de inseguridad, para lo cual estamos pidiendo que se realicen patrullajes de la Guardia Nacional
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Conflicto añejo
El mandato judicial está vigente desde 2006, cuando el TUA le otorgó dicha responsabilidad a la Sedema en tanto no se resuelva la disputa por la propiedad que desde hace más de cinco décadas enfrentan las comunidades aledañas al parque nacional, y evitar así algún conflicto violento.
En distintas ocasiones, un poblado y otro se han acusado mutuamente de la tala clandestina de árboles, la apropiación de espacios, que se han tratado de limitar con cercos, o la colocación de establecimientos mercantiles.