Río de Janeiro. El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, volvió a exigir ayer que su homólogo francés, Emmanuel Macron, se retracte de declaraciones que, según el mandatario neofascista, atentan contra la soberanía de Brasil, mientras continúan los esfuerzos internacionales por salvar del fuego a la selva amazónica.

La semana pasada Macron acusó a Bolsonaro de mentir por no respetar sus compromisos climáticos, y el lunes mencionó la posibilidad de conceder un estatuto internacional para la Amazonia en caso de que un Estado soberano tomara de manera concreta medidas claramente contrarias al interés de todo el planeta.

Por haberme llamado mentiroso y decir dos veces que la soberanía sobre la Amazonia tiene que ser relativizada, cuando Macron se retracte no habrá problema en volver a conversar, declaró Bolsonaro a periodistas junto a su par chileno, Sebastián Piñera, quien está de visita en Brasilia.

El gobierno brasileño indicó el lunes que rechazaría la ayuda de 20 millones de dólares para combatir los incendios propuesta por el G-7, compuesto por las principales potencias industriales occidentales, pero más tarde la presidencia aclaró que Bolsonaro aceptaría la ayuda a condición de que no se ofenda la soberanía brasileña y el manejo de recursos esté bajo nuestra responsabilidad.

Las posturas favorables de Bolsonaro al desarrollo de actividades agropecuarias y mineras en la Amazonia, incluso en reservas indígenas y áreas protegidas, hizo que Francia recordara que esta selva es patrimonio de la humanidad, mientras Alemania y Noruega retiraron fondos destinados a la protección de la Amazonia al afirmar que Brasil incumple su compromiso de preservar el bosque tropical más grande del mundo.

Desde enero hasta el martes se registraron 83 mil 329 focos de incendio en Brasil, más de 52.1 por ciento en la selva amazónica, según datos del Instituto Nacional de Observación espacial, que desde enero documentó 77 mil incendios en la región amazónica, la mayoría de ellos en este mes.

Bolsonaro acogió favorablemente la propuesta de Perú y Colombia de convocar una reunión de urgencia el 6 de septiembre en Leticia (Triple Frontera) para firmar un pacto y coordinar acciones entre las naciones amazónicas en defensa de la selva que se comparte entre sus territorios. De esta reunión está excluida Venezuela, porque la mayoría de los países de la región desconocen el gobierno del presidente Nicolás Maduro.

Brasil había desplegado hasta el lunes 2 mil 500 militares, cientos de vehículos y 15 aeronaves, entre ellas dos aviones cisterna Hércules C-130, para controlar el fuego.

El director ejecutivo de la Organización Internacional de Maderas Tropicales, el alemán Gerhard Dieterle, afirmó: Si se incendian las selvas tropicales densas, se necesitarán muchos años para regenerarlas y eso va alterar el clima a escala regional y también va a tener impacto global.

El humo persistente en la Amazonia ha causado un aumento de los problemas respiratorios, especialmente en niños y ancianos, a medida que crecen los incendios en la región, reportan centros de salud.

Estados Unidos no estuvo de acuerdo con un paquete de ayuda de emergencia para combatir los incendios en el Amazonas anunciado por Macron en una cumbre del G-7, señaló ayer portavoz del Consejo de Seguridad Nacional (NSC) de Estados Unidos, Garrett Marquis. Agregó que el gobierno del presidente Donald Trump está listo para respaldar a Brasil.

La reserva natural más joven de Bolivia, creada hace tres meses y bautizada Ñembi Guasu, que en guaraní significa Gran Refugio, fue destruida casi en su totalidad por los incendios, según autoridades indígenas.

Mientras el mundo sigue los incendios en la Amazonia, imágenes de satélite muestran un número mucho mayor de incendios en el continente africano.

La NASA señala que África es un continente en llamas donde está al menos 70 por ciento de los 10 mil incendios que arden en todo el mundo en un día promedio de agosto. La agencia espacial dice que el número es más o menos el mismo cada año.