Directora General: Carmen Lira Saade
Director Fundador: Carlos Payán Velver
Suplemento Cultural de La Jornada
Domingo 22 de febrero de 2015 Num: 1042

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

Las mujeres, los
poderes, la historia,
la leyenda

Vilma Fuentes

Dos ficciones
Gustavo Ogarrio

Javier Barros Sierra
en su centenario

Cristina Barros

Un educador en
la Universidad

Manuel Pérez Rocha

Un hombre de una pieza
Víctor Flores Olea

Javier Barros Sierra y
la lectura de la historia

Hugo Aboites

El rector Barros Sierra
en el ‘68

Luis Hernández Navarro

Domingo por la tarde
Carmen Villoro

Leer

Columnas:
Tomar la palabra
Agustín Ramos
Jornada Virtual
Naief Yehya
Artes Visuales
Germaine Gómez Haro
Bemol Sostenido
Alonso Arreola
Paso a Retirarme
Ana García Bergua
Cabezalcubo
Jorge Moch
Jornada de Poesía
Juan Domingo Argüelles
Cinexcusas
Luis Tovar


Directorio
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La Jornada Semanal

 

Luis Tovar
Twitter: @luistovars

Para documentar la cinefilia (III Y ÚLTIMA)

Todos editados por el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos, estos son otros cuatro volúmenes de cuya lectura no debería privarse nadie que quiera añadir –y en demasiados casos, incorporar por vez primera– pertinencia a lo que dice públicamente en torno al fenómeno fílmico.

Coordinado por Armando Casas y Leticia Flores Farfán, con prólogo de José Ezcurdia, Relatos sobre la violencia. Acercamientos desde la filosofía, la literatura y el cine aborda desde distintos ángulos un tema siempre presente en toda cinematografía, pero en estos tiempos y estos rumbos de una relevancia extrema: daño, dolor, agresividad, destrucción, anulación, son algunas de las raíces o motores, causa y consecuencia al mismo tiempo tantas veces, del impulso humano englobado en el concepto de lo tanático, cuya expresión frecuentísima en el mundo real es la violencia, de la cual cine y literatura se han hecho eco desde siempre, al grado de ser considerados –por lo regular erróneamente– apologistas antes que analistas. Los trece ensayos aquí incluidos prolongan la necesaria discusión en torno a estas dicotomías.

Los trescientos cincuenta textos, correspondientes a otras tantas películas de las cuales Jorge Ayala Blanco habla en El cine actual, confines temáticos, hacen elocuentes las tres pulsiones fundamentales de este maestro: el deseo de exhaustividad, el afán analítico y el principio del placer. Eso es lo primero que salta en la lectura reveladora y gozosa de quien ha escrito así, precisamente, sobre aquello que ha mirado en la pantalla actual, y lo ha agrupado en nueve rubros temáticos, tentativos en tanto tienen infinitas posibilidades de replanteamiento, de acuerdo con lo que el propio Ayala Blanco sostiene: “hasta dónde pueden llegar los temas que aborda el cine de hoy, a través de la emoción sólo después reflexiva, mediante el examen y el estudio sensible, cuidadoso y, ¿por qué no?, amoroso…” Lección de rigor crítico y estilo personal, como siempre, la del admirado Jorge.

El cine documental es como la realidad: todo mundo está seguro de saber qué es, pero difícilmente puede dar una explicación sencilla y universalmente aceptable. Aparecido por vez primera en 1991, La representación de la realidad: cuestiones y conceptos sobre el documental, del estadunidense Bill Nichols, automáticamente se erigió en un texto fundamental para el estudio del género. Ahora bajo el título Introducción al documental, esta segunda edición –corregida y aumentada, dirían los clásicos– “incluye información sobre más de cien documentales que salieron después de la primera”. Cada capítulo es una pregunta: ¿Cómo podemos definir al cine documental?; ¿Por qué los problemas éticos son centrales para el cine documental?; ¿Qué da a los documentales una voz propia?; ¿Qué hace que los documentales sean atrayentes y persuasivos?; ¿Cómo se inició el cine documental?; ¿Cómo diferenciamos entre documentales? Categorías, modelos y los modos expositivo y poético del cine documental; ¿Cómo describir los modos observacional, participativo, reflexivo y expresivo del cine documental?; ¿Cómo han enfrentado los documentales los problemas sociales y políticos?, y finalmente ¿Cómo escribir de manera efectiva acerca del documental?

Incluye, además, una lista internacional de distribuidores de documental, bibliografía en español, notas sobre el material de consulta, así como sendos índices analítico y filmográfico. De nuevo clásicamente dicho, nadie que pretenda abordar con pertinencia el universo inmenso del género documental puede soslayar esta obra canónica.

Otra delicia teórica sobre el tema es Retórica y representación en el cine de no ficción, de Carl R. Plantinga, en la que el catedrático y doctor estadunidense investiga, define y propone tesis en torno al fenómeno de lo que llama, genéricamente, imagen en movimiento de no ficción, es decir “documentales periodísticos, películas, programas de televisión, ‘revistas’ de noticias”, compilaciones fílmicas y otras plataformas. Acertadamente, Plantinga ubica la importancia de estos fenómenos de representación de la realidad en tanto sus múltiples efectos son visibles en el cuerpo social, tanto en el ámbito cultural como político y ético.

A propósito de lo último: hoy son entregados esos premios fílmicos gringos tan antiacadémicos –por más que Mediomundo se llene la boca diciendo “los premios de La Academia”–, cuya masividad parece tan directamente proporcional a la inopia y el ayuno teórico cinematográfico.