Portada
Presentación
Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega
Revueltas y Paz:
la confrontación
postergada
Evodio Escalante
Pájaros de barro
Juan Antonio González León
Neoliberalismo,
educación y juventud
Miguel Ángel Adame Cerón
Ayotzinapa
Mariángeles Comesaña
Las normales
de Warisata y
Ayotzinapa: puentes
Boris Miranda
Columnas:
Perfiles
Ricardo Guzmán Wolffer
Jornada Virtual
Naief Yehya
Artes Visuales
Germaine Gómez Haro
Bemol Sostenido
Alonso Arreola
Paso a Retirarme
Ana García Bergua
Cabezalcubo
Jorge Moch
Prosaismos
Orlando Ortiz
Cinexcusas
Luis Tovar
Directorio
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La Jornada Semanal
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La masacre perpetrada en Iguala, Guerrero, en contra de los estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, es considerada a nivel interno como “la gota que derramó el vaso” de la interminable serie de hechos de sangre, inseguridad y colusión de autoridades y delincuencia que desde hace años tienen enlutado al país entero, y a nivel externo ha encendido focos de alarma respecto de la diferencia abismal que hay entre la imagen del México que pretendía construirse y la que realmente ofrece. Como es natural, esa masacre y otros hechos igualmente deplorables no surgen de manera espontánea, y a la clarificación de sus causas está dedicado el ensayo de Miguel Ángel Adame que ofrecemos en este número, que se completa con un artículo del periodista boliviano Boris Miranda sobre la dolorosa familiaridad entre las escuelas normales de Ayotzinapa, en México, y Warisata, en Bolivia. |
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