La tierra se levanta con el viento de octubre
Las piedras escuchan sigilosas
Nos rafaguearon declara un sobreviviente,
Nos rafaguearon
Flores bajo la lluvia, viento frío en el atardecer de sus cuerpos
Charcos de sangre en las playas
En la costera de todos
En los ojos que no ven
Octubre es una fosa que se abre en el corazón de la tierra
Aparece el carbón de las fogatas,
Que incendiaron el miedo;
Los zapatos, las botas, la ropa desgarrada
Entre huesos sin nombre ni reclamo
Una tormenta viene en camino
Los estudiantes salen a las calles de Iguala y de Cocula
La carretera vieja, las palmeras, los árboles,
Las llantas de los coches que pasan, los retenes,
Nudos de pánico
En la cabeza de alguien se urdió la trama
Se trazó el escondite
Se dio la orden de abrir fuego y matar
Caen los nombres, los 27 policías municipales:
14 de Iguala y 13 de Cocula
¿Alguno esparció el diésel?
¿Alguno encendió la chispa que los incineró?
Hedor a Muerte en los cerros de Iguala
Afirman los periódicos
Detener la violencia ya es un lugar común,
Un juego siniestro en el reloj
Con qué madeja se recompone el miedo
En el telar de cuál de las fosas perdidas
Se remienda la urdimbre del horror
Un relámpago amargo atravesó el destino de Ayotzinapa
Un puntito pequeño marcado en el mapa de Guerrero
En el mapa de México
En el municipio de Tixtla de Guerrero
A 1,344 metros sobre el nivel del mar
Con sólo 84 habitantes
Con su código postal
Y su prefijo telefónico
Domicilio conocido
Ayotzinapa, Ayotzinapa, Ayotzinapa
Río de las calabazas
Un puntito pequeño, nueve montañas.
Sólo a cinco kilómetros al sur de Tixtla,
Cabecera del municipio del mismo nombre,
Antes Cerro Grande, hoy Lomas de Zapatero
Ahí está la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos,
En la espera del regreso de sus 43 estudiantes
Ahí sus caminos, sus mesas de madera, sus paredes llenas de dibujos y grietas,
La humedad de los muros, en la espera.
Ahí la Escuela Normal Rural que se atrevió a escribir un pliego petitorio,
Pintura blanca para las viejas paredes, un poco de cal y de cemento...
Ahí cerca la carretera federal 93,
Muy cerca de Chilapa, Tlapa y Chilpancingo, Loma del Zapatero, Cerro Grande
Pueblo guerrerense lleno de fruta,
Ahí donde las iguanas hacen sus nidos
Tierra Caliente, montes llenos de espinas,
Desconocidos huecos que derraman miseria
Árboles de la vida en sus entrañas
Cerca de Zihuatlán, lugar junto a las mujeres
Nuu Ra en mixteco
Lugar de refugio
Lugar de canciones y de hamacas
Cueva encantada
Hombre Jaguar Olmeca en sus entrañas
Lloran las milpas. Lloran los surcos y sus semillas lloran
Las manos, las palabras, los objetos lloran en la espesura de las sombras
En el voraz infierno de las incertidumbres
En el silencio obscuro y doloroso de las sombras
¡Vivos se los llevaron y vivos los queremos! |