MENTIRAS TRANSPARENTES
Felipe Garrido
LA BODA DE JAMUR
Jamur, hijo de Fida, hija de Runa, cambió por tres poemas sus cuatrocientos guajolotes; su abuelo lo expulsó del palacio. El muchacho fue creciendo y con él su fama de hombre bueno y de poeta. Era, además, tan gallardo que los criados de Amira lo llevaron con ella, pues la reina de la Montaña buscaba un hombre para compartir su trono. Había otros dos pretendientes y Amira les pidió que compusieran un poema para enamorarla.
Cuando los tres hombres se retiraron a sus aposentos, cada uno mató un guajolote para cenar. Amira, disfrazada de una mujer del pueblo, les pidió de comer. Uno le dio el pescuezo; otro, una pata. Jamur le ofreció la pechuga, la pierna y el muslo, para que ella eligiera lo que quisiera.
Al día siguiente, los pretendientes fueron a comer con Amira. Cada uno tuvo en su plato lo que le había ofrecido. Los dos primeros, avergonzados, se retiraron. Jamur recitó su poema, que era magnífico, y esa noche gozó del amor de Amira.
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