El presidente Andrés Manuel López Obrador cerrará hoy una gira de tres días para presentar una campaña nacional de producción para el autoconsumo, con la cual se busca alcanzar la autosuficiencia alimentaria para combatir la nueva “calamidad mundial” que significa la inflación. Con las Jornadas de Producción de Autoconsumo, dadas a conocer en Nuevo León, Jalisco, Veracruz, Puebla y la Ciudad de México, se impulsará que 14 mil agrónomos y especialistas del campo del país que participan en programas de las secretarías de Agricultura y de Bienestar, entre otras dependencias, apoyen a los pequeños productores para incrementar la producción de alimentos.
El viernes, durante los actos en Guadalupe, Nuevo León, y Zapotlanejo, Jalisco, el mandatario sostuvo que la lección que deben dejar la disrupción de las cadenas de suministro a causa de la pandemia y la inflación recrudecida por la invasión de Rusia a Ucrania, reside en la necesidad de producir lo que se consume y no depender del extranjero. Ayer, en Boca del Río, Veracruz, consideró que “luchar contra la inflación es enfrentar a la pobreza, es garantizar que el ingreso le rinda más a la gente, fortalecer el poder de compra de nuestro pueblo”. En este sentido, la producción para el autoconsumo se añade a otras medidas como el acuerdo con el sector privado para reducir los precios de 24 productos de la canasta básica, los subsidios en el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a fin de evitar las alzas desmedidas en el costo de las gasolinas y el diésel, o los topes de precios al gas LP, todas ellas orientadas a contener el impacto de la inflación en la economía de los mexicanos.
Si bien todas estas iniciativas son saludables, en tanto responden a la urgencia de atajar los efectos más perniciosos de la inflación, enfrentan importantes desafíos que podrían mermar su eficacia. Por ejemplo, se ha observado que hasta el momento el Paquete Contra la Inflación y la Carestía (Pacic) presentado el 4 de mayo ha tenido una incidencia limitada en los precios al consumidor final de los artículos de primera necesidad. En el caso de las Jornadas de Producción de Autoconsumo, aunque sin duda es positivo que se mire por el bienestar de los pequeños campesinos, el gran peso de los medianos y grandes productores en el agro nacional permite tener reservas en cuanto a la capacidad de incidir de manera significativa en el volumen de producción y en los precios con el apoyo a quienes practican la agricultura de subsistencia.
Lo cierto es que una conjunción de factores –desde la sequía de los años recientes hasta el encarecimiento de los fertilizantes por el conflicto en el este europeo– ha llevado a caídas en la producción de varios cultivos y a consiguientes incrementos en la importación de los mismos. Así, en el primer bimestre de 2022, el gasto de México para adquirir granos básicos en el extranjero se incrementó 27 por ciento respecto a igual periodo del año pasado; en el primer trimestre de 2021, el monto de las compras de maíz ya se había disparado 63 por ciento en comparación con 2020, todo lo cual ha encarecido los víveres y alejado el objetivo de alcanzar la soberanía alimentaria.
Por ello, cabe esperar que la nueva política anunciada por el titular del Ejecutivo rinda frutos y que, de ser necesario, se conjunte con otras disposiciones con la finalidad de aumentar la producción interna, reducir la dependencia del exterior y controlar la inflación.