Mumbái. India –el segundo mayor productor de trigo después de Rusia– prohibió ayer la exportación del grano por riesgos para su seguridad alimentaria, ya que una ola de calor redujo la producción y los precios internos alcanzaron un máximo histórico, debido a la guerra en Ucrania, dijeron altos funcionarios del gobierno en conferencia de prensa.
Los contratos firmados antes de la promulgación del decreto podrán ejecutarse, pero los siguientes requerirán aprobación especial del gobierno, puntualizaron y agregaron que la medida es temporal.
Los precios del trigo en India han subido a máximos históricos, alcanzando en algunos mercados, al contado, 25 mil rupias (320 dólares) por tonelada, muy por encima del precio mínimo de subsidio del gobierno, de 20 mil 150 rupias.
El aumento de los precios de los alimentos y la energía empujó la inflación anual de India a cerca de un máximo de ocho años en abril, fortaleciendo las expectativas de que el banco central aumente las tasas de interés de manera más agresiva.
En febrero, el gobierno pronosticó una producción de 111.32 millones de toneladas de trigo, la sexta cosecha récord consecutiva, pero en mayo redujo el pronóstico a 105 millones de toneladas.
Un aumento de las temperaturas a mediados de marzo implica que la cosecha pueda llegar a alrededor de 100 millones de toneladas o menos, dijo un distribuidor con sede en Nueva Delhi de un operador global. Antes de la prohibición, India tenía como objetivo enviar un récord de 10 millones de toneladas este año.
Operadores mundiales apostaban por los suministros del segundo mayor productor de trigo del mundo, después de que las exportaciones de la región del Mar Negro se desplomaron, tras la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero.
Antes del conflicto, Ucrania era el cuarto exportador mundial de maíz y se estaba convirtiendo en el tercer abastecedor mundial de trigo. El conflicto agrava la fragilidad de los países dependientes de cereales y de fertilizantes rusos y ucranios, particularmente en África.
Los ministros de Agricultura del grupo de las mayores siete economías mundiales (G-7) afirmaron que la suspensión de las exportaciones de India “agravará la crisis” de aprovisionamiento mundial de cereales provocada por la guerra de Ucrania.
“Si todos empiezan a restringir sus exportaciones o a cerrar sus mercados, la crisis se agravará y eso perjudicará también a India y sus agricultores”, dijo el ministro alemán, Cem Özdemir, tras reunirse en Stuttgart con sus homólogos del G-7.