Londres. La victoria por 6-5 sobre el Chelsea, en la definición por penales, le dio ayer al Liverpool su primera Copa FA desde 2006 y le permite seguir en el camino, arduo pero no imposible, de ganar una cuatrifecta de trofeos en la era del técnico alemán Jürgen Klopp.
La final de la Copa inglesa terminó 0-0 en 120 minutos de juego antes de que el Liverpool volviera a imponerse. Esta vez, el penal del mediocampista de Chelsea Mason Mount fue desviado por el portero Alisson Becker, mientras César Azpilicueta falló y a continuación Konstantinos Tsimikas concretó el triunfo.
Dentro de dos semanas, los Reds esperan alzar otro trofeo venciendo al Real Madrid en la final de la Liga de Campeones. Antes de eso, Klopp tiene que esperar a que Manchester City tropiece en las últimas dos fechas de la Premier y que su equipo lo aproveche para recuperar ese trofeo.
Chelsea, trastornado por semanas de cambios de dueño, es el primer equipo que pierde tres finales seguidas de la Copa FA. En 2020 fue derrotado por el Arsenal y el año pasado por el Leicester.
El partido terminó con la mitad del estadio envuelto en una bruma de humo rojo después de comenzar con un momento sombrío cuando los fans de Liverpool abuchearon el himno nacional y la presentación del príncipe Guillermo.
El partido fue tenso, con 58 disparos al arco de ambos equi-pos sin encontrar la red en sus dos partidos en Wembley en 2022. Durante la primera mitad hubo varias demoras por lesiones de los Reds: Alisson recibió un golpe en la espinilla y se recuperó, Mohammed Salah salió del juego por dolor en la ingle y Liverpool se quedó sin el goleador de la Liga Premier, pero Chelsea no supo aprovecharlo.