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Madres Rascan La Tierra En Busca De Sus Hijos

CDMX, invisible entre la tragedia colectiva de desapariciones en el país

En 2017 fuimos las primeras en salir a gritar a las calles, cuentan a este diario // Las autoridades no hacen su chamba

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▲ Maricarmen busca a su hija Pemela Gallardo Volante desde 2017, cuando fue a un concierto a un predio de la carretera Picacho-Ajusco. La imagen, durante una brigada de rastreo.Foto Jorge Pablo García
 
Periódico La Jornada
Miércoles 9 de abril de 2025, p. 8

María del Carmen Volante y Rocío Méndez Chávez platican de las muchas, terribles veces que han visitado morgues buscando a sus hijas.

–¿Tú en qué te fijas primero? Yo en los brackets. Busco en sus bocas a ver si no tienen brackets como los de Pame.

–Yo en las pestañas. Ya sabes, esas pestañotas de Sofi… no cualquiera.

Maricarmen busca a su hija Pamela Gallardo Volante desde noviembre de 2017. Rocío a Sofía Meneses Méndez, desaparecida en junio 2018. Ambas chicas jóvenes, llenas de sueños. En su búsqueda las mamás han sido extorsionadas, amenazadas y han sufrido atentados. Han rascado la tierra en busca de sus huesos. Y siguen.

Son dos de las familias del Frente Amplio de Familias Buscadoras de Verdad, Justicia y Memoria Luxiérnagas CDMX, uno de los colectivos que desde 2017 han construido movimientos y redes que se encuentran, se unen, divergen y vuelven a encontrarse, donde no hay líderes ni voceras, sino un mosaico de voces y relatos. Aquí ni una es más ni una es menos.

Del primer grupito de cuatro que empezamos a buscar a nuestros hijos en la Ciudad de México sólo quedo yo viva, dice Maricarmen.

Empezamos tres mamás y un papá: Herminia Valverde, mamá de una chica de la Facultad de Letras; Mariela Díaz Malverde; Mary Cruz López, mamá de una niña de 13 años que estudiaba la secundaria, Saraí, quien desapareció en agosto de 2018. A ella la encontramos viva en enero de 2022 en un contexto de gran violencia. Las dos compañeras murieron antes de poder volver a ver a sus hijas. Y Miguel Basilio. Su hijito Braulio Basilio Caballero tenía 14 años al desaparecer en Iztapalapa. Encontramos a Braulio enterrado en una fosa común del Panteón Dolores seis años después. Resulta que había muerto en las primeras horas después de ser atropellado, en el hospital Balbuena. Pero el Instituto de Ciencias Forenses (Incifo, antes Semefo) lo registró como hombre de 20 años, y por eso el papá nunca lo encontró. Bueno, lo hallaron seis años después en la fosa común, pero su papá ya había muerto. De ese tamaño es la indolencia de las autoridades.

Para ellas, el tema de la transición entre el anterior régimen y la Cuarta Transformación es el del debate entre las familias, pero en el fondo lo único que importa es encontrar a nuestros hijos. Resume Maricarmen: el gobierno siempre dice: son cosas del pasado. Y sí, pero también del presente.

En la Ciudad de México hay registro de 5 mil 164 desaparecidos. De éstos, 3 mil 727 son del periodo de la jefatura de Gobierno Claudia Sheinbaum-Martí Batres.

Del fin del priísmo a la 4T

Cuando Pamela Gallardo no regresó de un concierto organizado en un predio de la carretera Picacho- Ajusco y su familia le perdió la pista para nunca volver a encontrarla, el país ya estaba inmerso en la tragedia colectiva de las desapariciones forzadas, pero en la capital no existía una institución que buscara ni una fiscalía donde denunciar.

“En 2017, cuando alguien desaparecía en la Ciudad de México tenía que ir al Centro de Atención de Personas Extraviadas o Ausentes (Capea). Se levantaba una pesquisa –ni siquiera carpeta de investigación– que entraba en vigor a partir de las 72 horas. Te daban ficha y te decían: ‘vaya a pegarla al Metro y en las calles’. Fuimos las primeras en salir a gritar a las calles, cerrar ejes, parar el tráfico. Así empezó nuestro activismo.”

Maricarmen cuenta cómo vivió el periodo del fin del priísmo a la Cuarta Transformación: “nos toca la transición del gobierno de Miguel Ángel Mancera al de Claudia Sheinbaum como jefa de Gobierno. Para ellos, ni existíamos. La fiscal Ernestina Godoy sí nos escuchó. Con ella y la ahora Presidenta nos reunimos en varias ocasiones, hablamos, pedimos mesas de trabajo.

Exigíamos una fiscalía especializada. En 2019 se forman la Fiscalía para la Investigación Especializada de Desaparición (Fipede) y la Comisión de Búsqueda de la CDMX (CBPCM). Ahora yo puedo decir, porque lo he sufrido, que no han hecho su chamba. Mantienen a los mismos MP y servidores que están ahí porque los recomendaron; cosas de la política.

Ahora buscan solas, arropadas sólo por los brigadistas, como al principio. En la noche que nos reunimos alrededor de unos cafés y unos molletes llegamos exhaustas y frustradas. Salen desde la madrugada a las jornadas de búsqueda por cuadrantes en los altos del Ajusco.

Cinthia Eslava siempre acompaña. “Te doy un botón de muestra de la inoperancia de las instituciones responsables del delito de desaparición forzada. La Fipede –actualmente el titular es May Gómez Jiménez, ex MP– atiende cerca de 5 mil carpetas de personas reportadas como desaparecidas. Pero la Comisión de Búsqueda local sólo registra mil 200 reportes. ¿Porqué? Una vez que llega el reporte a la fiscalía ahí se queda. No canaliza a las familias a la Comisión de Búsqueda”.

Cinthia, quien trabaja desde hace años con los grupos de buscadoras –en Sinaloa, Veracruz, con el colectivo de María Herrera– fue subdirectora de búsqueda de la CBPCM durante su primer periodo, con Enrique Camargo como titular. La hicieron a un lado por denunciar lo que no funcionaba en la institución. “Lo malo –explica– es que a quienes ponen en la cabeza son cuadros de las viejas estructuras, con los mismos vicios”.

–¿Cómo busca el Estado?

Cuenta Maricarmen: lo primero que me ofreció la Fipede en 2019 fue buscar en morgues, Incifo, hospitales, penales de aquí y de los estados colindantes. Yo ya había hecho todo eso desde 2017. Fue volver a empezar.

–¿Y cuándo empiezan las brigadas de búsqueda?

–¿Nosotras? A los 15 días ya estábamos saliendo al Ajusco para buscar a Pame. Mis hijos y amigos llevaron el caso al despacho de los abogados Karla Michel Salas y David Peña. Ellos nos guíaron para hacer la primera búsqueda.

–Las buscadoras ¿son un movimiento? ¿Tienen presencia para cambiar las cosas?

–Lo que sé es que si camináramos como abanico, abriéndonos, podríamos cambiar las cosas. El abanico arroja aire a la derecha y a la izquierda. Si hiciéramos eso con la dolencia que es la desaparición de nuestra persona amada seríamos más fuertes. Me pregunto: ¿por qué a partir de 2018 explotó la cuestión del feminicidio y no la de la desaparición? Porque nos taparon y nos minimizaron.

Te voy a dejar a ti sin hija

Rocío Méndez Chávez busca a su hija Sofía Meneses Méndez, quien tenía 25 años cuando fue desaparecida, en junio 2018. En su caso fueron identificadas las personas responsables de su desaparición. Jesús Eduardo Ávila Urías, quien era casado, y su esposa, Maricela López Rosas, quien había amenazado un mes antes a la madre: si tu hija no deja a mi esposo yo te voy a dejar a ti sin hija. Cumplió su amenaza.

La última vez que fue vista Sofía fue en un auto con Ávila. Fue rastreado hasta San Luis Potosí. Cuatro meses después el matrimonio fue localizado en Cancún. Fueron detenidos e internados en un penal de Morelos. Ávila, el presunto secuestrador, se suicidó en su celda, según la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada. La esposa fue procesada por destrucción del automóvil, evidencia del delito, no por la desaparición de la joven.

En 2021, un abogado de López Rosas contactó a la familia de Rocío para darles un consejo: que si querían algo de paz fueran a buscar a Tláhuac, en el cerro Jaltepec, limítrofe entre Tláhuac e Iztapalapa, por el Camino Real a la Mina.

Hicimos ocho expediciones en ese cerro inmenso hasta septiembre de 2023. Agotamos todos los cuadrantes con trascabos, binomios caninos, georradares. Encontramos a otros, pero no a Sofía.

En 2023, el nombre de Sofía Meneses desapareció por segunda vez, en esta ocasión del Registro Nacional de Personas Desaparecidas, a partir de la elaboración de un censo que ordenó el ex presidente Andrés Manuel López Obrador, donde fueron depurados 10 mil 953 nombres, según la investigación de la plataforma Data Cívica.

–¿Cómo empezó tu búsqueda?

–Al día siguiente que no llegó a casa después de salir con ese hombre. Fuimos a Capea. Pasaron varios días hasta que dijeron que iban a empezar la investigación. Asignaron a unos policías. Cuando me reuní con ellos me preguntaron: bueno, señora, usted diga, ¿por dónde empezamos? No exagero, así fue.