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Reducción de costos e inclusión financiera

Pagos digitales pueden mejorar la vida de los latinoamericanos: BIS
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▲ Según el Banco Internacional de Pagos, las operaciones financieras en línea pueden contribuir al crecimiento de las empresas y facilitar el acceso al crédito.Foto La Jornada
 
Periódico La Jornada
Martes 4 de febrero de 2025, p. 22

Los pagos digitales en América Latina y el Caribe son considerados herramientas prometedoras que atraviesan por cambios revolucionarios, los cuales tienen la capacidad de mejorar la salud financiera de las personas y abaratar los costos de las empresas que los utilizan, revela un estudio realizado por el Banco Internacional de Pagos (BIS, por sus siglas en inglés).

Según el documento, 15 naciones de la región ya han comenzado a utilizar los sistemas de pago rápido, un avance importante en la lucha emprendida en años recientes por disminuir el uso del dinero en efectivo y acelerar la adopción de medios virtuales.

“Los pagos digitales son una herramienta prometedora para mejorar la experiencia de pago y la salud financiera de las personas. Esto es especialmente cierto en el caso de los pagos rápidos, que permiten la disponibilidad inmediata de los fondos finales para el beneficiario. A menudo combinados con nuevas funciones, los pagos rápidos pueden ofrecer una mayor comodidad en comparación con otros instrumentos de pago.

También pueden ser más económicos para las personas y las empresas, especialmente cuando son proporcionados por el sector público o en colaboración con él y sobre la base de la recuperación de costos, detalla el estudio titulado Pagos digitales más rápidos: perspectivas globales y regionales.

Una particularidad de los pagos rápidos, también conocidos como instantáneos, precisó, es que se efectúan en tiempo real, al tiempo que los fondos finales se encuentran disponibles para el beneficiario de forma instantánea y prácticamente las 24 horas del día y los 365 días del año.

El BIS mencionó que en México, desde hace varios años, se han puesto en marcha diversas iniciativas para que la población utilice en mayor medida las nuevas tecnologías digitales, como el Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI), el Cobro Digital (CoDi) o el recientemente lanzado Dinero Móvil (Dimo), que son considerados instrumentos de gran valor.

En gran medida, apuntó, en América Latina y el Caribe la implementación de los pagos rápidos suele ser considerada una herramienta para alcanzar objetivos de políticas públicas, pues “tienen el potencial de impulsar la inclusión financiera, reducir los costos de transacción y estimular la actividad económica al brindar a las personas y las empresas soluciones de pago convenientes y asequibles y un acceso más rápido y barato a los fondos.

“La implementación de los pagos rápidos también se ha asociado con un mejor acceso al crédito. A través de estos y otros beneficios, un mayor uso de los pagos rápidos también podría mejorar la salud financiera, que se define como el grado en que una persona o familia puede gestionar con éxito sus obligaciones financieras y tener confianza en su futuro financiero.

En particular, podría dar a los usuarios la capacidad de pagar y recibir pagos de manera más eficiente, ahorrar para el futuro y, por tanto, resistir mejor los choques, añadió el BIS.

El organismo internacional destacó que los bancos centrales de la región han sido facilitadores claves en la provisión y adopción de los pagos rápidos, en particular, mediante la modernización de la infraestructura y otras políticas complementarias.

Efecto multiplicador

El BIS recalcó que a medida que más consumidores y empresas adopten los pagos rápidos, las personas que aún no cuentan con servicios financieros digitales pueden ver un mayor valor en hacerlo, debido a los efectos multiplicadores.

En consecuencia, es más probable que estos últimos abran y utilicen regularmente una cuenta para hacer transacciones y realizar o recibir pagos inmediatos.

“Los pagos rápidos también pueden ayudar a las personas y las empresas a superar los desafíos y reducir los costos asociados con el manejo y la gestión del efectivo.

Además, con el consentimiento del cliente, las instituciones financieras pueden utilizar los conocimientos generados a partir de los pagos rápidos para desarrollar y ofrecer productos financieros personalizados, como préstamos con tarjetas de crédito y pólizas de seguro, agregó el BIS.