Considera justificada la pausa diplomática

nte la injerencia mostrada en las declaraciones de los embajadores de Estados Unidos y Canadá sobre asuntos que sólo competen a México, considero que la pausa diplomática decretada por nuestro Presidente está totalmente justificada. Tales declaraciones lo único que buscan es defender los intereses de sus naciones con el manido pretexto de la defensa de la democracia, sin tomar en cuenta que los 36 millones de votos que dio el pueblo mexicano a la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, fueron precisamente para que las reformas constitucionales enviadas por Andrés Manuel López Obrador, entre las que se encuentra la reforma judicial en curso, se realicen, dado que son necesarias para la justicia y el bienestar que se desea alcanzar.

l resultado electoral de junio de 2024 transformó radicalmente el horizonte político de México. El triunfo demoledor de Morena y sus aliados quebrantó profundamente a los partidos que integraron la oposición. Ahora sufren una crisis anímica y de brújulas extraviadas. Ideológicamente la oferta extraña de alianza de PRI, PAN y PRD fracasó. Las históricas derrotas se decantaron en descalabros de identidad y tradición de los partidos. El pragmatismo del PAN, por ejemplo, lo llevó a condescender con principios ideológicos antes inimaginables. Su rechazo al aborto se matizó durante la campaña. El PAN se corrió más al centro. Ahora muchos militantes plantean recuperar la llama original del panismo como una corriente conservadora socialcristiana.

a oposición conservadora, envalentonada por el auxilio de los mercados, juntó al resto de sus aliados. Acto seguido, los lanzó contra el odiado rival, AMLO, el modelo de gobierno y, de paso, contra su sucesora. A ninguno dejaron fuera esta vez en su andanada. Los alarmados lloriqueos de sus adalides intelectuales continuaron sumándole cuanto tenían en su amplia buchaca. La mayoría de los empleados del Poder Judicial, anexados a sus jefes: jueces y demás capitostes, salieron a las calles armados de expresivos carteles y revelaron su afectado sentir y convicciones políticas de derecha.

rmando Brito (Cuernavaca, Morelos, 1954) encontró el camino correcto a los 14 años de edad, cuando mojó por primera vez el pincel en el color para hacer un rótulo por encargo. Se dio cuenta de que a través de la pintura podía curarse y no a los demás. Es el menor de cuatro hermanos, creció entre hojas de pápalo, cacahuates y todo lo que se siembra en el campo de la Sierra de Guerrero. No hay que decir frío, aunque te cobije el hielo, le decía su padre, Reynaldo Brito, espantador de pájaros en las cosechas. Hombre feliz, héroe y alma secreta para Armando.